Revisión Trimestral de Mitad de Año. Qué pasó en el Q2, cómo encaro el Q3 (Herramientas y Tips Para que Este Año Consigas Tus Objetivos)

Al igual que el trimestre pasado, quiero contarte las conclusiones y aprendizajes de mi revisión trimestral y cómo planeo encarar el siguiente cuarto del año.

En estos aprendizajes, por supuesto te cuento también qué recursos me sirvieron para que tú también puedas implementar los que te sean útiles y así acercarte cada vez más a tu objetivo.

Compartir con otros siempre nos enriquece y nos ayuda a mejorar nuestra vida. Por eso, a continuación te cuento qué sucedió en este trimestre, qué aprendí, los nuevos hábitos que generé, cambios en mis rutinas, y otras cosas.

Revisión Trimestral: Qué Pasó en el Q2

Para aprender y aplicar esas lecciones para mejorar tu vida, es necesario volver atrás y revisar qué pasó. A continuación, algunos hitos que sucedieron este trimestre.

Desde mediados de marzo hasta fines de abril llovió e hizo frío. Y luego sin aviso y sin ningún tipo de intermedios, comenzó a hacer un calor sofocante.

Vivimos una ola de calor en Granada con temperaturas que superaron los 40° de sensación térmica.

El frío de abril impactó duramente en mi ánimo, dado que sufro mucho el frío y realmente estaba esperando el calor con ansias. Que el primer mes de primavera hiciera frío, me contrarió mucho.

Por otro lado, continuamos recibiendo amigos en casa, lo que siguió enriqueciendo esta experiencia como anfitriones.

Además, este trimestre nos propusimos salir más con otros para hacer sociales. Lo hicimos y nuestra vida social se expandió. Tuvimos momentos de disfrute y compartir con otros que nos hicieron muy bien al alma.

Dejé de reunirme con Lula y Euge: en el artículo de revisión y planificación del trimestre anterior, te conté que había comenzado a reunirme a diario con dos personas para potenciarnos en nuestros objetivos y emprendimientos.

Lamentablemente y por distintas razones coyunturales de nuestras vidas, tuvimos que poner estas reuniones en pausa. Creo que esto contribuyó a que este trimestre sea más de estancamiento a nivel profesional.

Dejé de trabajar en el lugar en el que trabajaba desde septiembre del año pasado porque había conseguido un mejor trabajo, en el equipo de marketing en una empresa.

En la primera semana de trabajo la experiencia que tuve fue muy distinta  a la que me había imaginado en la entrevista, y el trabajo que tenía que hacer era mucho más del que yo me sentía capaz.

Luego de mucha reflexión (y por qué no decirlo, angustia) decidí renunciar porque ir a trabajar todos los días se me estaba tornando una cuestión insostenible a nivel emocional.

De esto aprendí que muchas veces queremos que algo funcione porque parece muy bonito, y por eso pasamos por alto alarmas que nuestra intuición nos muestra.

Por ejemplo, me di cuenta de que definitivamente me produce malestar trabajar 9 horas en una oficina y que prefiero hacerlo en un lugar solitario y silencioso que me permita concentrarme.

Además, en mi forma de trabajo me cuesta trabajar en un horario determinado por otros. Prefiero diseñar mi rutina y manejar mis horarios para trabajar realmente en mis horas más productivas y hacer otras cosas cuando mi cerebro me pide un descanso.

Así que el final del trimestre fue estresante porque ahora estaba sin trabajo y necesitaba conseguir urgentemente una fuente de ingresos.

Como decía, de todo esto se aprende, y además de entender qué tipo de trabajo quería y ponerme a ello, aprendí que hay que tomarse un tiempo luego de las entrevistas laborales, dejar que se pase el entusiasmo inicial y calibrar si lo que acabamos de hablar con el empleador nos interesa realmente o no.

También exigirle ese tiempo a algunos empleadores, que en su entusiasmo, también te ofrecen el puesto al terminar la entrevista y esperan una respuesta inmediata. Animarme a pedirles un tiempo para pensarlo es otra cuestión importante a trabajar.

Lo que más me Costó este Trimestre

Una de las cosas que más me vienen costando es dormir al menos 7 horas por día. Para eso, es fundamental generar una rutina de noche.

Para mí el cansancio es algo sumamente limitante, y no poder conquistar esto me pesa durante el día.

Todavía no logro encontrar el equilibrio entre cómo diseñar tardes más productivas y cortar con el trabajo para hacer cosas como pasear a las perras y cocinar la cena.

Además, a mitad del trimestre comenzó a oscurecer realmente tarde (luego de las 21 horas) entonces todo se volvió más confuso.

Así que una gran traba es que siento que no puedo irme a dormir temprano. Sé que es sólo encontrarle la vuelta.

Todos tenemos ese hábito que más nos cuesta y para mí este es uno de ellos. Algo que implementaré de cara a esto es comenzar a apagar dispositivos electrónicos a las 21.

Otra de las cuestiones más difíciles de este trimestre fue generar ingresos. Al dejar de trabajar, naturalmente disminuyeron nuestros ingresos y nos quedamos en una situación delicada.

Y esto repercutió a nivel emocional. Al no tener margen para gastar dinero en cuestiones no esenciales, comenzamos a quedarnos mucho más en casa y eso hizo que mi ánimo se viniera bastante abajo.

Revisando esto, me di cuenta de lo importante que es ser creativa en pensar salidas que no impliquen gastos sí o sí, y también en trackear cuántas veces salgo de casa, ya que mi tendencia es más hacia la quietud, el silencio y la soledad. Podría pasar días sin salir de casa sin darme cuenta.

Logros del Trimestre

Si bien este trimestre lo sentí más de estancamiento, es muy importante destacar que tuvo grandes logros. Estos fueron los más importantes:

Generé nuevos hábitos: ¡y me costó mucho menos! Cuando tenemos el hábito de generar hábitos (valga la redundancia) cada hábito nuevo que incorporamos es más fácil. Más abajo te cuento acerca de estos nuevos hábitos, por qué los generé y los efectos inmediatos que tuvieron en mi vida.

Mantuve registro de gastos: esto me permitió seguir siendo consciente de a dónde se va mi dinero e instrumentar los medios necesarios para reducir los gastos cuando me quedé sin trabajo.

Mejoré la frecuencia de mis entrenamientos: por alguna razón u otra, todas las semanas entrenaba menos de mi objetivo (5 veces a la semana). Yo hago entrenamientos cortos todos los días, y siempre tenía alguna excusa (válida o no) para algún día salteármelos. Fui consciente de esto y decidí ponerme el objetivo consciente de entrenar 5 veces a la semana, y durante la última mitad del trimestre… ¡lo logré! Ahora no tengo excusas y entreno todos los días de lunes a viernes.

Continué publicando en el blog y en Instagram con frecuencia: si bien mi objetivo es comenzar a publicar más en un futuro, poder mantener la frecuencia de los posteos en Instagram y en el blog me permite seguir agregando valor y ampliando esta comunidad que cada vez es más grande. Mantenerme en constante modo creativo me ayuda a que los tips y recursos que doy en este espacio sean cada vez más valiosos.

Nuevos Hábitos

Los hábitos son conductas que, repetidas en el tiempo, quedan automatizadas. Automatizar en tu vida conductas positivas te ayuda a ahorrar tiempo, energía y hasta dinero, y a multiplicar tus resultados.

Todos los trimestres evalúo qué problemas recurrentes tengo y cómo podría resolverlos. Casi siempre la respuesta es la de generar un nuevo hábito.

Ahora bien, hay que ser conscientes a la hora de proponeros generar hábitos porque podemos caer en querer crear de repente muchísimos hábitos y que el efecto sea el contrario.

Estos son los nuevos hábitos que generé, en respuesta a problemas o situaciones recurrentes con los que me enfrentaba día a día.

El efecto que tuvieron fue increíble. Y refuerza la idea de que para diseñar la vida de nuestros sueños, el camino es el de la organización personal y los hábitos.

Compra a domicilio

Veníamos sintiendo que nuestras compras estaban desorganizadas.

Cada tanto, cuando faltaban varias cosas, alguno de los dos iba al supermercado “cuando podía”.

No había una pauta o una rutina mensual, y siendo que somos siempre los mismos dos que convivimos en casa, tenía que haber alguna forma de estandarizar las compras.

Además, veíamos que gastábamos mucho dinero en el supermercado, y sabíamos que podíamos gastar menos. Así que comencé a implementar la compra a domicilio.

El primer paso fue armar una lista general de todo, absolutamente todo lo que podríamos llegar a necesitar del supermercado. Lo dividimos por áreas: elementos de aseo, baño, limpieza, comida, accesorios, extras.

Con esa lista general en mano, todos los fines de mes ingreso en la plataforma online del supermercado y compro para todo el mes. Al tener el listado de todos los productos de un determinado rubro, es mucho más fácil a nivel visual comprar precios y optimizar el gasto.

Gastamos muchísimo menos y ahorramos tiempo y energía, dado que para ir al supermercado teníamos que tomarnos el autobús y sólo podíamos traer lo que nuestros brazos fueran capaces de cargar.

Ordenar la casa antes de dormir y antes de salir

Otro hábito que incorporamos en casa en este trimestre fue el de dejar la casa tal como queremos que nos reciba, tanto antes de ir a dormir como antes de salir.

Realmente nos toma menos de 5 minutos reacomodar y guardar lo que hayamos usado y dejar todo visualmente despejado y ordenado.

Pasaron dos cosas maravillosas:

  • Nos tomó tan sólo un día generar el hábito.
  • Nuestras mañanas y el llegar a casa son muchísimo más tranquilas, gracias a la paz y la armonía que transmite un ambiente en orden.

Regar las plantas

Uno de los legados que me dejaron los tres meses de visita de mi mamá, es que ahora tengo muchísimas plantas hermosas en el balcón.

Desde flores y suculentas, hasta albahaca, tomate, morrón y calabaza.

La diferencia que hacen las plantas en el balcón es de mucho impacto. Es muy bonito y le da vida. Quiero mantenerlas, por eso incluí en mi rutina matutina un momento para regar las plantas y así evitar que se mueran.

Me levanto con el café listo

Otro hábito que implementé durante este trimestre fue el de programar la cafetera para que prepare el café automáticamente a la mañana, y así al llegar a la cocina ya tengo el café listo.

Parece una pequeñez, pero siendo que a la mañana tiendo a hacer todo más lento, este nuevo hábito redujo considerablemente el tiempo que pasaba preparándome el desayuno.

¿Qué cosas de tu día a día puedes automatizar para mejorar tu calidad de vida?

Si no tienes una cafetera eléctrica de filtro, te recomiendo que en la medida de lo posible realices la inversión. Por muy poco dinero puedes obtener una decente. El café es muy rico y no tienes que preocuparte en estar haciendo el café manualmente.

Llevar la ropa al lavadero todas las mañanas

Una cuestión bastante molesta con la que nos topábamos era una considerable montaña de ropa sucia en el suelo de nuestra habitación.

Es que teníamos la costumbre de tirar al suelo toda la ropa que estaba para lavar y al final de la semana había una montaña de ropa que claramente no era bonito de observar y que le daba aspecto desordenado al dormitorio.

Nuevamente, pensando cómo resolver esa situación, decidí encadenar el hábito de llevar la ropa al lavadero con mi rutina matutina.

Entonces, luego de la ducha post-ejercicio, comencé a llevar la ropa sucia a la lavadora y ¡santo remedio! Adiós montaña de ropa sucia.

Este hábito también me fue sumamente sencillo de implementar.

Diario de gratitud

No puedo explicarte la cantidad de veces que había escuchado sobre los efectos positivos de llenar un diario de gratitud.

Sin embargo, no lograba ver la mejor forma de implementarlo en mi vida, y aunque lo empecé varias veces, también lo dejé luego de unos días.

Este trimestre, como te conté más arriba, fue emocionalmente difícil para mí.

Tener un motivo para agradecer todos los días se volvió vital para que mi ánimo no decayera y para no dejarme llevar por falsas emociones de “todo está mal” cuando en realidad solamente un rubro de mi vida (en este caso el laboral) no estaba marchando del todo bien.

Fue así como, implementando las estrategias para generar hábitos, quise hacerlo sencillo y visible.

Dejé el cuaderno con su respectivo bolígrafo en mi mesita de luz, y comencé a, todas las noches antes de acostarme, registrar al menos tres cosas por las que me siento agradecida.

Hay días que es fácil encontrar motivos. Otras, debo pensar más y es ahí cuando más nutritiva se hace esta práctica.

Porque encontrar motivos para estar agradecidos al final de días realmente complicados, hace que termines con mejor ánimo y que recuerdes que esto también pasará.

¡Te recomiendo muchísimo esta práctica!

Libros

Este trimestre leí varios libros. Entre ellos uno que te recomiendo ¡MUCHÍSIMO!

Cómo hacer que te pasen cosas buenas, de Marian Rojas Estapé. Psiquiatra, investigadora y conferencista, Marian nos cuenta cómo funcionan nuestro cerebro y nuestras emociones y cómo repercute esto en la gestión de lo que nos pasa cotidianamente.

Nuestra felicidad, nuestros vínculos, los patrones que repetimos, y cómo nos sentimos al respecto.

Conocer todos estos recursos es útil para gestionar cómo te tomas la vida de manera más efectiva y así ser más feliz. Realmente recomiendo esta lectura.

¡También puedes seguir a Marian en Instagram!

Otro libro que leí y que recomiendo 100% es Vivir con Abundancia, de Sergio Fernández. El autor desarrolla una serie de “reglas” por las que se rige el universo y que, si las conocemos, nos permitirá vivir felices, plenos, con vínculos prósperos y sanos, siendo económicamente abundantes y aportando nuestros talentos y dones al servicio de la humanidad.

Un libro sencillo y lleno de aprendizajes, te puedo garantizar que una vez que lo leas algo cambiará en tu interior y comenzarás a tomarte la vida de una forma más positiva.

Y por último, continúo leyendo la saga de Harry Potter y me entristece decir que ya estoy llegando al final.

Me devoré los primeros seis libros entre febrero y junio, y me temo que no terminará julio sin que llegue al final del séptimo y último libro de la saga.

Harry Potter es una historia que, aunque ya la conozca y la haya leido decenas de veces, siempre me atrapa de una manera hasta peligrosa, porque me cuesta muchísimo cerrar el libro.

Aprendizajes del Q2 y Mirada De Cara al Q3

Trackear los hábitos, el estado de ánimo y los resultados que vas logrando con tus acciones diarias tiene un efecto muy importante a la hora de salir del piloto automático y vivir una vida intencional: genera autoconsciencia.

Esto permite no adherir a rutinas y hábitos estrictos sólo por el hecho de que supuestamente funcionan, sino analizar qué te funciona a ti y cómo puedes implementarlo en tu día a día.

Aquí te cuento algunas cosas que modifiqué en mis hábitos y mis rutinas a para multiplicar mis resultados.

Lee también: Toma el control y Multiplica tus Resultados: 4 Simples Cambios que Mejorarán tu Vida

Rediseñé mis roles

Eliminé un rol y agregué 2.

Con el pasar de las semanas había algo que no andaba bien. Ponía en “esposa” todo lo que tenía que ver con administración del hogar.

Ver todas las semanas objetivos como “hacer las compras” o “armar menú semanal” en donde se supone que tiene que haber objetivos de pareja me resultaba incoherente hacía tiempo.

Así que eliminé el rol de humana de las chunas (las chunas son mis perras jajaja) y agregué dos: administradora del hogar y madre de familia multiespecie.

Así, el rol de esposa me exige sí o sí crear objetivos que tengan que ver con la pareja como salir, dialogar, celebrar aniversarios, trabajar lo que necesitemos y hacer cosas juntos.

Agregar un rol como administradora del hogar, me permitió darme cuenta de las tareas del hogar que corren por mi cuenta y así incluirlas en la rutina de una manera más organizada.

Poner por escrito lo que cada uno de los integrantes del hogar hace, también te ayuda a tomar consciencia de todo lo que haces en tu casa y genera diálogos con los demás habitantes del hogar. Ayuda a equilibrar las tareas y así evitar conflictos del tipo “yo siempre…” y “tú nunca…”.

Y el nuevo rol de “Madre de familia multiespecie” me permite enfocarme en todas las tareas que tienen que ver con cuidar con amor y dedicación a los seres de este hogar que dependen de mí.

Cambié el orden de mi rutina matutina

Me di cuenta de que me estaba costando horrores mantener el horario de mi rutina matutina y detecté un momento puntual en el que todo me frenaba y me costaba más.

Yo soy de por sí una persona quieta y silenciosa, y me siento mucho más cómoda en el mundo de las ideas que en el de la acción.

Por lo tanto, todo lo que tenga que ver con moverme, salir de casa, o básicamente cambiar de posición o de actividad me produce resistencia.

Es por eso (y como te expliqué en este artículo de blog) que intento reducir al máximo los roces entre actividades. Intento que el pase de una cosa a otra sea lo más sencillo posible para evitar procrastinar y perder mucho tiempo.

Así, me di cuenta de que el siguiente orden, no me funcionaba:

  • Desayuno + lectura de libro espiritual
  • Baño + vestirme
  • Orar
  • Caminata de 30’ + podcast
  • Subir 10 pisos por escalera
  • Entrenamiento 15’

Luego de cambiarme de ropa me sentaba a orar y eso me sumergía en un estado contemplativo demasiado quieto que después hacía que me costara horrores levantarme, ponerme el calzado y salir a caminar.

Pensé que si luego de vestirme, salía directamente a caminar, eso sería muchísimo mejor porque ya estaba en movimiento y contaba con un impulso extra.

Pero… ¿dónde incluir la oración? Para mí ese es un momento fundamental de las mañanas. Decidí ponerlo antes del desayuno.

Así que ahora me levanto, rezo media hora y luego me preparo el desayuno.

De esta manera, agrupé todas las actividades de mayor “quietud” primero, y luego las de mayor “movimiento”. Reduje roces y mi rutina de la mañana mejoró considerablemente.

Cuando sientes que algo no está funcionando, muchas veces el primer impulso es el de renunciar a la rutina, pensar que no funciona, y volver a hacer todo en base a lo que las cricunstancias determinen o lo que se te ocurra en el momento.

Pero como hablamos varias veces, construir rutinas es fundamental para lograr foco en tus actividades diarias y así conseguir todo lo que te propones.

Así que en lugar de abandonar los hábitos o las rutinas, mejor revisa qué es lo que no está funcionando, y cómo podría mejorar.

Lee también: Felices los que Dejan de Poner Excusas y Pasan a la Acción (5 Tips Para Ser uno de Ellos)

Comencé a levantarme en horario de verano (5 y media)

A fines del año pasado (cuando aquí en Granada comenzó el invierno), comencé a experimentar mayor dificultad para levantarme temprano.

Mi primera reacción fue de extrañeza porque era un hábito que hacía más de un año venía manteniendo exitosamente y mi caballito de batalla (porque fue uno de mis mayores logros en hábitos).

Hablando con otra persona, me comentó algo muy interesante y simple a la vez. En cada estación los ritmos del cuerpo cambian. Y necesitamos que nuestras rutinas se adapten a esto.

Además de que cada uno tiene su personalidad. A unos les cuesta más la acción, a otros la quietud.

Estuve reflexionando un poco sobre esto, e implementé un horario de verano y uno de invierno para levantarme y comenzar el día, y santo remedio.

Mi productividad, mi foco y mi energía mejoraron muchísimo.

Así que en invierno comencé a levantarme a las 6 o 6 y media y en verano lo hago a las 5 y media.

Esto me hace darme cuenta de lo importante que es la flexibilidad y es algo que confirma una vez más que tener hábitos te da flexibilidad y libertad, contrario a lo que muchas veces tendemos a pensar.

Lee también: Cómo Generar y Mantener Hábitos Poderosos (Los Mitos que Te Frenan y la Fórmula Infalible Para el Éxito)

Lo que me propongo

En líneas generales, me propongo continuar con los hábitos que fui desarrollando, y otros grandes hitos como:

  • Conseguir trabajo.
  • Seguir desarrollando esta comunidad, posteando contenido cada vez de mayor calidad para acompañarte en este proceso de salir del piloto automático y construir la vida que sueñas.
  • Trabajar mi creatividad.
  • Seguir mejorando nuestra vida social en esta ciudad que elegimos para vivir.
  • Mejorar en varios aspectos como el cuidado de las perras, la administración del hogar y la generación de rutinas más productivas que me ayuden a liberar más tiempo.

Y tú ¿qué te propones?

Conclusión

Este fue un trimestre difícil. Lo que sucede en la vida cotidiana afecta en varios niveles.

Por eso, es más importante que nunca tener autoconsciencia. Es decir, pensar acerca de cómo vivimos, qué problemas tenemos, y detectar patrones recurrentes que quizás en el día a día se pierden un poco.

Para mí, el momento de la revisión y planificación trimestral es fundamental para lograr reencaminar los planes y enfocarme nuevamente en los lugares en los que más me había desviado.

Para construir una vida intencional, es necesario salir del piloto automático.

Dejar de ir con las circunstancias para determinar a dónde va tu vida. Y en aquellos casos en los que no puedas controlar lo que pasa, sí poder decidir conscientemente cómo vas a gestionarlo para que te afecte lo menos posible y puedas seguir acercándote a tus objetivos y viviendo la vida de tus sueños.

Si todavía no la has hecho, o habías decidido saltarte este paso… ¡todavía estás a tiempo!

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