Potencia tu Vida con el Minimalismo (+Tips Para Adoptar Una Vida Minimalista)

Probablemente hayas escuchado muchas veces la frase “menos es más”.

Pero ¿qué significa realmente?

Muchos piensan que el minimalismo es tener pocas cosas. Pero el minimalismo va mucho más allá. Es una filosofía, un estilo de vida que se basa en vivir con lo necesario.

¿Te parece imposible o muy difícil de lograr? Lee este artículo con claves prácticas y ejemplos inspiradores para aprovechar esta gran herramienta para potenciar tu vida.

¡Sígueme en Instagram!

Derribando Mitos: Qué es Realmente el Minimalismo

Ser minimalista o adoptar el minimalismo como estilo de vida se trata de tener solo lo necesario.

Reducir las posesiones a lo esencial.

Hay personas que tienen 10 pares de zapatos, otras son más felices con 30. Yo soy feliz con la biblioteca llena de libros y me considero minimalista.

El minimalismo puede aplicarse a todos los aspectos tu vida.

  • La bandeja de entrada de tu correo electrónico.
  • Tus archivos y carpetas en el ordenador (te sorprendería lo mucho más rápido que funcionaría si tuvieras sólo lo justo y necesario y no 25 fotografías de cada amanecer que viste en tu vida).
  • Vínculos
  • Ropa
  • Elementos varios
  • Pensamientos

Unos párrafos más arriba hablamos de que menos es más.

Y es que el minimalismo, potencia. Amplía tus posibilidades. Quitar lo que sobra del camino permite caminar más recto, más rápido. Libera espacio, dando lugar a lo importante.

El minimalismo es un estilo de vida que luego se plasma en hábitos. Y he aquí una idea muy importante para comprender esto:

Todo estilo de vida tiene una mentalidad detrás.

La mentalidad de un estilo de vida minimalista tiene ciertas características. Querer vivir con propósito es una de ellas.

Todo tiene un sentido.

Por eso minimalismo no es ponerte a descartar todo lo que tienes de manera intuitiva. No se trata de reducir pertenencias simplemente por reducirlas.

Si no cambias tu mentalidad, volverás al punto de partida rápidamente.

Quien adopta un estilo de vida minimalista, sabe que necesita enfocar sus recursos más preciados (tiempo, energía y dinero) en lo esencial.

Por eso, si quieres ser minimalista, necesitas comenzar a hacer un cambio de mentalidad que te permita adoptar hábitos minimalistas.

Si quieres aprender más sobre esencialismo de forma simple y práctica, te recomiendo el libro Esencialismo, de Greg Mckeown.

Puedes comprarlo aquí.

Beneficios del Minimalismo: Ser Minimalista es Ser Feliz

Un estudio de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) reveló que tener más posesiones eleva los niveles de cortisol.

El cortisol es una hormona mejor conocida como “hormona del estrés”. Por lo tanto, tener más cosas literalmente te hace vivir con mayor estrés.

Pero… ¿por qué?

Por la estimulación visual. El cerebro tiene una capacidad limitada para procesar la información que recibe. Por lo tanto, una sobrecarga deriva en altos niveles de estrés.

Algo fascinante que revela este estudio es la correlación entre el orden en tu casa y el orden en tu vida.

Según esta investigación, un mayor orden en tus posesiones te permite tomar mejores decisiones. Tienes mayor claridad a la hora de pensar.

Básicamente el minimalismo te permitirá crecer en todos los aspectos de tu vida. El económico, el vincular, el profesional, etc.

Esto es porque el tiempo, el dinero y espacio son de los recursos más valiosos que tenemos en la vida.

Liberar tiempo te ayuda a poder usarlo en lo que tú quieres y por lo tanto desplegarte y ser feliz. Pasarlo con las personas y las tareas que consideras lo mejor de tu vida.

Minimalismo: Más Dinero, Más Tiempo, Más Energía Para Dedicar a lo que Quieres

Dinero

Muchos pueden decir “a mí no me importa el dinero” pero eso es mentira.

Las personas que dicen que no les importa el dinero en realidad no saben gestionarlo. En general, quienes dicen este tipo de cosas son curiosamente quienes más energía y tiempo de su vida dedican a intentar obtenerlo.

Hay una realidad innegable: el dinero soluciona muchos problemas. Si, por ejemplo, tus padres están internados y tú no tienes dinero probablemente debas pasarte mucho tiempo de tu vida intentando generarlo y por ende podrás visitarlos menos de lo que te gustaría.

Cuando tienes poco dinero, tu capacidad de decidir qué hacer con tu tiempo se ve limitada. Y puedes echarle la culpa de esto al sistema capitalista pero la verdad es que el dinero es simplemente un medio de intercambio y si no fuera este, sería cualquier otro.

Así que siempre necesitarás dinero o un recurso equivalente. Cuando entiendes que el dinero es importante, y te capacitas en las mejores formas de gestionarlo, desbloqueas un nivel en tu vida. El minimalismo te ayuda a efectivizar tu manejo del dinero.

El tiempo que te pasas limpiando los objetos que nunca usas es tiempo que le restas a hacer otras cosas que te gustaría.

El dinero que gastas en mantener aquello que no usas es dinero que restas de otras cosas como salidas recreativas, caridad, decoración, regalos, o incluso gastos como salud, comida, educación.

La energía que destinas a limpiar/ordenar/pensar en tus posesiones innecesarias es energía que le quitas a mejorar tu vida, tu emprendimiento, tus relaciones y tu tiempo libre.

Trabajas para todas tus posesiones

Por último (y creo que esto es la esencia) el minimalismo conduce a la felicidad porque permite lograr los mayores resultados posibles con el menor gasto.

Tener lo esencial te permite hacer foco en lo importante. No dejar que tu atención se vaya en cuestiones poco relevantes para tí.

Eso necesariamente potencia tus talentos y te hace feliz porque como hablamos en este artículo acerca de cómo vivir con propósito, el ser humano es feliz descubriendo y poniendo a funcionar su talento. En la medida en que eres capaz de desplegar tus talentos de forma más efectiva, eres más feliz.

Cómo Ser Minimalista: Implementa Estos Hábitos Para Cultivar el Minimalismo

Ok, entiendo los beneficios, quiero empezar, pero… ¿por dónde?

Eso depende de cada uno. Cada vida es distinta y no todos partimos de la misma base.

La historia de cada uno es clave en esto.

Te recomiendo que hagas una revisión de todas tus pertenencias, tanto físicas como digitales. Además, de tus hábitos.

No sirve de nada tirar cosas si no cambias tus hábitos. Volverás al mismo lugar en que estabas antes más rápido de lo que imaginas.

En este artículo de blog te conté acerca del orden y la organización y te propongo tips muy útiles para tener tu casa ordenada siempre sin esfuerzo.

Aquí encontrarás el orden jerárquico que propone Marie Kondo en su libro La Magia del Orden para organizar todas tus pertenencias. Descartar y ordenar.

También puede interesarte: Desapego: La Clave Para Conseguir lo que Deseas

A continuación te cuento una serie de hábitos que me propuse este último tiempo y que están teniendo resultados increíblemente tangibles en mi vida:

Borrar fotografías y videos de la nube

Hace un tiempo incluí un nuevo hábito en mi ritual matutino. No me toma más de un minuto.

Es el de borrar de la nube las fotos y videos del día anterior, de este día hace un año, hace dos, y hace tres.

La idea no es reírse y comenzar a compartir las fotos y videos, mirarlos uno por uno. Es determinar rápidamente si suman, si me gustaría conservarlos (y por qué) o si es mejor eliminarlos.

Con este hábito pequeño todos los días logré vaciar muchísimos Gigabytes de mi nube.

Tener pocos hábitos pero buenos

A veces nos guiamos por cosas que vemos y leemos de otros. Nos convencemos y nos entusiasmamos con hábitos que nos gustaría generar y queremos adquirirlos a todos.

Estudiar 5 minutos de inglés, 4 de italiano, aprender canto mientras camino al trabajo, llamar a alguien 10 minutos que tengo libres, leer, ejercitar, meditar, etc.

El problema es que no tienes la capacidad para generar muchos hábitos al mismo tiempo. Adquirir un hábito requiere en gran parte exponer a tu cerebro a situaciones desconocidas.

Esto, por naturaleza es incómodo para el cerebro, por lo que experimentarás resistencia.

Si todo el día intentas exponerte a una gran resistencia, terminarás con un nivel tan alto de agotamiento y frustración que nada de esto te generará placer. Lo más probable es que termines abandonándolo por tratarse de más esfuerzo del que puedes tolerar.

Despejar los muebles

Dentro y fuera. Me di cuenta de cuánto más rápido limpio la casa. Y de cuánto más relajada me siento dentro de ella.

Meditar

Me ayuda a estar presente y a no combatir todo el tiempo con los miles de pensamientos que me surgen y que me impiden, paradójicamente, pensar con claridad.

Así, este hábito ayudó a que cada vez mi mente esté más despejada.

Esto tiene diversos efectos multiplicadores de abundancia en mi vida: tomo mejores decisiones, cometo menos errores, entiendo todo lo que supone tomar cierta acción, tiendo a dormir más relajada, tiendo a aprovechar mejor el tiempo presente.

Disminuir las veces que tomo el móvil con las manos

Te sorprenderías de cuán arraigado está este hábito en tí.

Hace un tiempo me propuse prestar atención a todas las veces que cogía el móvil y las razones por las que lo hacía.

Resultó que la mayoría de las veces era sin motivo.

Por eso, una vez que fui consciente, me propuse tomarlo solamente cuando sintiera que fuera necesario y combatir ese anhelo de cogerlo sin razón.

Todavía lo estoy trabajando porque es un hábito sumamente arraigado en mí.

Si lo combinas con el de la meditación, o el de estar presente, verás que se complementan. Cuanto más presente estás en el momento, menos razones para tomar el móvil tienes.

Diseñar mi rutina con detalle

Ya sabes acerca de la importancia de la planificación

Pensemos en el siguiente ejemplo: si la vida no estuviera dividida en años, meses, semanas, horas, minutos y segundos, sería simplemente un cúmulo caótico.

Y la vida propia y con otros sería muy difícil de llevar a cabo.

¿Cómo sabríamos en qué momento quedar y llegar al mismo tiempo? ¿Cómo podríamos desempeñar intercambios, negocios, actividades, etc.?

La agenda personal es acerca de lo mismo. Cuando comencé a organizar mis días en tareas y asignarle a cada tarea una ventana de tiempo, todo adquirió un sentido.

La vida comenzó a pesar menos.

Porque el caos de “lo que tengo que hacer” se transformó en una lista de tareas concretas que una vez ejecutadas tenían por resultado efectividad en lo que quería.

Eliminar el exceso de estímulos y ruidos

¿Alguna vez respiraste con alivio cuando el aire acondicionado hizo una pausa en el ventilador?

Seguro fue en ese momento (y no antes) que te percataste del ruido al que estabas expuesta/o. Así son todos los estímulos a los que te expones la mayor parte del día.

Por eso, un tip para cultivar el minimalismo es también ser consciente de los estímulos y regularlos a tu gusto.

Prestar atención a lo que digo cuando hablo

Tratar de ser más concisa.

No se trata de restringirme sino de analizar cómo comunico las cosas.

Cuántas veces me enredo por querer decir lo mismo de mil formas distintas.

Cuántas veces pierdo la atención de mis interlocutores por brindar cinco mil ejemplos para explicar una idea.

Revisar mis posesiones

Seguro has revisado todo lo que posees y has hecho un gran descarte. ¡Felicitaciones! Gran, gran paso.

Ahora, lo importante es tomar el hábito de hacerlo seguido.

Te sorprenderías de la cantidad de cosas que puedes acumular en tan sólo unas semanas.

Una clave para vivir una vida minimalista es ser consciente de lo que tienes y tener el hábito de revisarlo periódicamente.

Listado de cosas que quiero comprar

Hace un tiempo me propuse comprar cosas de mejor calidad. Si bien son más caras al principio, a la larga invierto menos dinero/tiempo comprando/reparando.

Combinar las Leyes de Paretto y de Parkinson

  • Ley de Paretto: La ley de Paretto dice que el 20% de tus acciones producen el 80% de tus resultados.
  • Ley de Parkinson: Según esta ley, a la hora de realizar una determinada tarea te demoras el tiempo que tienes disponible. Si debes estudiar para un examen que es en tres semanas, demorarás tres semanas. Si es mañana, demorarás unas pocas horas.

Sigue la recomendación de Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas, y combina ambas leyes.

Limita las tareas para demorar menos y demora menos para limitar las tareas. Un ejercicio súper efectivo para ahorrar muchísimo tiempo y esfuerzo.

Prestarle más atención a las necesidades que a los impulsos

Déjame ejemplificarte esto con una breve historia. Iba caminando por la calle, con un objetivo específico: tomarme el bus para ir a mi casa y escribir un artículo de blog.

De repente, mi mirada se posó en una de las tiendas de perfumería que hay en el centro de Granada, y recordé que necesitaba algunas cosas que podía comprar allí.

Entonces abandoné la idea de tomarme el bus y me fui a la tienda a comprar. El tema es que esa tienda es enorme y todo lo que hay allí me encanta.

Me puse a ver las novedades, en lugar de hacer foco en lo que tenía que comprar y así estuve muchísimo tiempo mirando, pensando en todo lo que necesito aprender para mejorar el cuidado de mi piel y comprar mejores productos, etc.

El resultado fue que compré lo que necesitaba, pero también llegué a mi casa tarde y sin energías. Había gastado más dinero del que tenía pensado y ya no tenía ganas ni mucho tiempo para escribir el artículo para el blog.

El prestar atención a mis necesidades en lugar de a mis impulsos hace que planifique las compras y las demás tareas de mi vida jerárquicamente, de manera que me permitan aprovechar mejor dos de los recursos más importantes: tiempo y dinero.

A partir de esa experiencia comencé a prestarle más atención a mis necesidades que a mis impulsos.

Comprar por impulso (porque vemos una publicidad, o porque nos queda de camino, etc.) suele ser algo que tenemos super arraigado y que con frecuencia trae consigo un gasto de tiempo y dinero mayores que los que invertiríamos en el caso de hacerlo de manera planificada.

No es cuestión de obsesionarse con gastar el menos tiempo y dinero posible y planificar cada segundo de la existencia.

El tip en este caso es que la próxima vez que tengas un impulso de hacer algo, frenes y analices. Quizás te convenga, o quizás mejor respetar lo que habías pensado con antelación y pensar dónde puedes meter esa nueva “necesidad” si se trataba de eso y no solamente de un impulso.

Conclusión

El minimalismo se trata de entender que tiempo, dinero y espacio son recursos limitados y que es mejor ocuparlos con lo importante y eliminar lo que sobra.

Esto no es sencillo y el proceso involucra un trabajo tanto físico como emocional. Por eso, tómatelo con tranquilidad, paso a paso, una cosa a la vez.

Yo comencé por el orden. Cuando me di cuenta de cómo quería que estuviera mi casa de ordenada, comencé a percibir qué hábitos iban contra ese orden.

Luego me di cuenta de qué cosas sobraban. Y así, poco a poco fui desarrollando un criterio nuevo.

El minimalismo es un estilo de vida que requiere de ciertos hábitos. Y para generar hábitos, necesitas tener una determinada mentalidad.

No sirve de nada intentar generar un hábito sin antes hacer un cambio de mentalidad.

Por eso, debes pensar el minimalismo como un conjunto de acciones en tu rutina y no como algo abstracto, “algo a conseguir”.

Minimalismo es quitar las etiquetas de la ropa nueva y tirarlas en el instante.

Minimalismo es guardar la ropa en el armario cuando te desvistes.

Minimalismo es decidir descartar o conservar un libro cuando terminas de leerlo.

Es evitar las compras compulsivas.

Es tener una consciencia constante de la energía que te aportan/quitan los elementos (tangibles o no) de tu alrededor.

Espero que este artículo te ayude a desarrollar tu propio criterio minimalista. Coméntame qué te parecieron estas ideas y cuál es tu experiencia con el minimalismo. Estaré encantada de leerte y compartir.

Tags:

Compartir post

Posts relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subscribe

Just subscribe to my newsletter
to receive all fresh posts

home3-hero-img.jpg