¿Alguna vez te preguntaste “cómo puedo cambiar mi vida y ser feliz”? ¿Te gustaría vivir tu vida ideal?
Qué pregunta utópica, ¿no?
Sé que es difícil pensar en esos términos. Este último tiempo te conformaste con sobrevivir.
Crear una vida plena y feliz en la que disfrutes de todos tus días, pertenece al universo de los imposibles.
Porque estás cansada, cansado. Porque la realidad cotidiana te pasa por arriba. Porque no tenés tiempo, y cuando lo tenés casi que no tenés energía.
Porque el dinero casi nunca alcanza.
Comés como podés, ni hablar de hacer ejercicio, tener una casa linda, limpia y ordenada, disfrutar de tu tiempo libre como más te guste. Es imposible.
Sé que parece que querer ser pleno en todas las áreas de tu vida es una fantasía.
Que tener esa vida sana, con ejercicio y alimentación saludable, vínculos hermosos, el ingreso económico que vos quieras, el despliegue profesional, tiempo para disfrutar como más te guste, viajar, estudiar, conocer el mundo… te parece una utopía irrealizable.
Eso es para otros, que tienen otras posibilidades, otras circunstancias de vida. Vos no podés.
Porque tenés hijos, porque tu trabajo te demanda mucho, porque tus amigos y tu familia te reclaman, porque tenés obligaciones de la vida adulta, y no hay tiempo para fantasear.
Porque lograr algo que anhelás con todo tu ser, cuesta mucho esfuerzo y sacrificio, y no podés hacerlo ahora. Al menos no sin poner en juego tu salud mental.
Ey, lo intentaste. Pusiste en práctica esos tips y hacks que viste en las redes sociales, implementaste algún paso a paso que se cruzó en tu camino…
Pero se volvió insostenible. Esas cosas no funcionan… La información que te bombardean te abruma más de lo que te ayuda. Tener la vida ideal no es posible, al menos no para vos. Es una fantasía.
¿O no?
¿Y si te dijera que construir una vida que ames, no sólo es posible, sino que podés empezar hoy mismo, de manera simple y práctica?
El Recurso (Real) Para Cambiar tu Vida y Ser Más Feliz (de una vez por Todas)
Yo estaba igual que vos. Y a veces también siento que la vida me sobrepasa. Que no puedo con todo, que es mucho.
Ya te conté de mis múltiples intentos de levantarme temprano, de hacer ejercicio, de comer bien, de tener hábitos más saludables, y una realidad más apacible.
Y de cómo me choqué contra la pared intentándolo durante muchísimos años…
Hasta que di con la herramienta ideal.
No, no es ningún tip o hack.
No es un paso a paso para seguir al pie de la letra.
Es algo mucho más profundo. Pero también más efectivo.
Hoy quiero contarte sobre este recurso que te va a permitir cambiar tu vida, mejorar tu vida, para ser más feliz y desarrollarte y desplegarte como quieras, para vivir bajo tus términos.
Para que no vuelvas a pensar que es imposible que tu vida sea como te gustaría. Que tenés que conformarte con tu realidad actual y aprender a disfrutarla como puedas.
No es que no seas capaz, que tu vida no te lo permita… es que no has dado con las herramientas que te ayudarán a adaptar a tu día a día todo aquello que necesitás para crear la vida que deseas.
Si tenés ganas de construir una vida que disfrutes mucho, una vida en la que te despiertes feliz por el día que tenés por delante, una vida en la que sientas que podés desplegarte en todos los aspectos que deseás… Seguí leyendo.
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Un Poco de Contexto
“Si quieres cambio verdadero pues, camina distinto”, dice René de Calle 13 en esta hermosa canción.
Es momento de poner en jaque, aunque sea lo que dure la lectura de este artículo, algunas de tus creencias previas.
Hay una certeza de la que podemos partir: querés ser feliz y todo lo que hacés en tu día a día va orientado a eso.
El problema es que, en algún momento, no sabemos ni cuándo ni por qué (o quizás sí) la vida cotidiana se convirtió en un loop de intentar sobrevivir más que disfrutar.
¿Por qué? ¿Qué es eso que te lleva a pensar que no podés ser feliz y disfrutar tus días, que no podés lograr lo que quieras?
Intenté Mejorar mi Vida Pero es Imposible
Lo intentaste todo. Intentaste generar más ingresos pero terminaste muy cansada/o. No conseguís trabajo o tu trabajo no te hace pleno/a.
La vida cotidiana tiene tantos quehaceres que te consume.
Estás agotado, no tenés energía para intentar más que comer, tener una rutina de higiene más o menos aceptable, y si tenés personas a cargo, mantenerlas vivas también, con las necesidades básicas cubiertas.
Intentaste empezar a hacer ejercicio pero dejaste.
Quisiste formar nuevos vínculos pero la cosa no fluyó. Seamos honestos, no te hacés el tiempo para programar un café con alguien interesante.
Incluso puede que estés desconectada/o de aquello que te resulta interesante. Tanto, que no sabés a ciencia cierta qué es.
El Problema no es la Vida, es el Método
Ahí fuera está lleno de contenido para mejorar tu vida y ser más feliz.
Consejos, hacks o tips que prometen una mejor forma de vida pero que por algún motivo no te representan.
“Ejercitá todas las mañanas”, “comé este bowl de avena con frutas”, “meditá”.
Son todos buenos consejos, pero a vos no te sirven.
Y hay una simple razón para esto: no forman parte de un sistema que te permita implementarlos sin morir en el intento.
No van con tu vida, con tus rutinas, con tu realidad actual. No hay forma de hacerlos encajar sin que todo se desmorone.
Si pensás en tu realidad de las mañanas caóticas, en las que salís apurada/o con las pestañas todavía pegadas, y alguien te dice que medites durante 10 minutos, te parecerá imposible.
Lo mismo con la preparación del bowl de avena y frutas.
Y es que el secreto no está verdaderamente en la meditación o en la comida sana. Sino en crear tu estilo de vida de una manera en que acciones de este tipo no te parezcan descabelladas para tus rutinas.
Pausa: Si hasta ahora no te viene funcionando todo lo que hacés para tener una vida plena, date aunque sea el beneficio de la duda, abrí la mente ante lo que estás por leer.
Este es un artículo escrito desde mi (por qué no decirlo, dura) experiencia.
Muchas de las ideas que estoy a punto de contarte, o no las conocía (¡y bien me habría venido conocerlas!) o no creía que fueran útiles.
Pero en un momento de mi vida (2020) empecé un cambio y fui incorporando nuevas ideas.
Mi mentalidad creció y con eso, mi vida se acercó drásticamente y en un proceso revolucionario, a la vida que yo tanto anhelaba (y que hasta el momento no sabía bien cuál era).
Por Dónde Empezar
Tengo dos noticias para vos, una buena y una mala.
Empecemos por la mala: no hay tips o hacks para crear la vida que soñás.
No hay algo que yo te diga hoy que podés hacer para mañana conseguir todo lo que anhelás.
Se trata de un PROCESO, de un cambio radical, paso a paso, y hay que transitarlo.
Pero acá viene lo bueno de esto, estoy segura de que te va a encantar.
La vida que querés no sólo es posible. Es simple de conseguir (no por esto fácil, tendrás que trabajar) y se consigue sin esfuerzo y sacrificio.
El camino es enteramente disfrutable si incorporás las herramientas necesarias para transitarlo.
Y esas herramientas, no son difíciles de conseguir, de hecho en este artículo vas a encontrar varias de ellas. Y me atrevo a decir que en este blog vas a encontrarlas todas.
Si lo leés con la mente abierta y dispuesto/a realmente a poner en jaque tus creencias, y acompañarme en lo que te digo, es probable que hoy sea el comienzo de este proceso tan lindo y tan transformacional que supone ir creando una vida a tu medida.
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Ser Feliz: El Verdadero Camino Hacia tus Objetivos (no es por Donde Creés)
Ahora quiero introducirte, por fin, a esta herramienta que te va a permitir conseguir la vida que anhelás, disfrutar de tus días, construir vínculos hermosos, trabajar de lo que te guste y tener el ingreso que deseás.
Como te dije antes, no es ningún hack, tip o sistema paso a paso que puedas seguir al pie de la letra.
Porque estas cosas aunque están buenas y pueden servir de manera aislada, pronto caducan si no tienen un sentido, si no son parte de un proceso, de un sistema para lograr tus objetivos.
¿Cuál es esta herramienta?
Redoblantes…
Se trata del desarrollo personal.
Qué es el Desarrollo Personal y por qué es la Clave para ser Feliz
Según Ricardo Eiriz en su libro Un curso de felicidad, el desarrollo personal es “un proceso continuado de superación que permite ir alcanzando niveles mayores de conciencia”.
Este proceso, dice el autor, garantiza “mayores niveles de libertad, independencia, seguridad y, por supuesto, capacidad para ser feliz”.
¿Por qué?
El desarrollo personal es un PROCESO. Como tal, no es algo que se da de un día para el otro, sino que va sucediendo, creciendo, con el tiempo.
En este proceso, suceden cosas clave:
Cuando te desarrollás personalmente, comenzás a conocerte mejor. Hay un camino de autoconocimiento, que es clave para entender quién sos y quién querés ser.
Y en ese proceso, descubrís lo que vos, y sólo vos, necesitás para ser feliz. En el futuro, pero también hoy y ahora.
Por eso no sirven los tips y hacks, esos paso a paso desarrollados por otros.
Hay cosas que objetivamente nos hacen bien a todos, como comer más sano y hacer ejercicio.
Sin embargo, la mayoría de las personas fracasa a la hora de querer conseguir estos dos objetivos, por la simple razón de que no sienten que las acciones vinculadas a lograrlos coincidan con sus deseos.
Sí, queremos ser más fit, queremos tener buena salud, pero no conectamos con hacer ejercicio y comer sano (o al menos la idea que tenemos de ello).
Es mediante el desarrollo personal que descubrimos qué cosas nos hacen bien, y cuál es nuestra forma personal de incorporarlas.
Y en el medio obtenemos las herramientas y conocimientos para lograrlas.
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Mi Camino de Desarrollo Personal
Cuando empecé mi camino de desarrollo personal, estaba en una circunstancia de vida desagradable.
No tenía trabajo porque había renunciado para emprender pero, pequeño detalle, no tenía idea de cómo emprender.
No lograba objetivos “tan básicos” como levantarme temprano, aprovechar el día, definir qué tipo de clientes quería y enviar propuestas.
Me pasaba el día consumiendo contenido sin sentido, mirando series y lamentándome por no tener el trabajo que deseaba.
Incluso había empezado a mandar CVs a empresas porque no sabía a ciencia cierta qué quería, pero tenía una certeza: estaba quedándome sin dinero.
No conectaba con mi anhelo para mi vida y con mi forma única de aportar valor al mundo.
Tenía una “idea” de lo que quería hacer pero no de cómo llegar a eso, y en consecuencia, todos mis intentos fallaban.
El desarrollo personal me trajo herramientas de mentalidad, de autoconocimiento, de diseño de objetivos y de hábitos para lograrlos.
Todo eso forma parte de un proceso de cambio mucho más profundo, y es el que te invito a iniciar hoy.
Si hoy querés una vida más sana pero no conectás con lo que ves en otros lados como “vida sana” (por ejemplo salir a correr y comer verduritas) no es porque no puedas llevar una vida sana, sino porque necesitás determinar qué implica una vida sana para vos, y hacer cosas que encajen con tu vida.
“Quiero una vida sana pero me aburre el gimnasio, así que no puedo llevar una vida sana”, se convierte en “quiero una vida sana, y por eso voy a buscar una actividad física que me guste, me sea posible en mi rutina y me ayude a mantener el cuerpo en movimiento”, por ejemplo.
“Quiero comer bien pero soy muy débil y siempre termino comiendo porquerías”, puede transformarse en “quiero comer bien así que voy a consultar con un buen profesional de la nutrición para que me ayude, y buscar recetas con ingredientes que me parezcan atractivos y comidas que vayan con mi estilo de vida, mis posibilidades y mis rutinas”.
La clave de esto es que sí se puede.
Necesitás sumergirte en un proceso de desarrollo personal que te permita incorporar el autoconocimiento, la mentalidad y las herramientas prácticas necesarias para convertirte en la persona que deseás ser (y que en lo más profundo, ya sos, sólo necesitás que salga a la luz), para construir esa vida que tanto anhelás.
Lo contrario a emprender este camino, es seguir soñando con una vida que no tenés por los siglos de los siglos.
¿Te parece imposible? Dos Grandes Errores que Probablemente Estén Frenándote (y qué Hacer al Respecto)
Estás convencida, convencido, de que es imposible.
Mientras leías se te ocurrieron un montón de motivos por los cuales lo es.
Yo no puedo, tengo hijos, no tengo tiempo. No tengo un segundo libre y cuando lo tengo, no tengo energías. No puedo todo.
Te entiendo. Yo estuve (¡y muchas veces estoy!) en esa situación.
Yo también soy madre y creéme que también me cuesta encontrar los recursos.
Es cierto que no se puede todo en la vida.
Pero si vos anhelás determinada vida, con vínculos sanos, salud, un trabajo que ames, determinado ingreso, sí sabé que podés alcanzar lo que vos anhelás en todos esos puntos.
Eso NO es imposible. De hecho, es necesario para llevar una vida plena y equilibrada.
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Una Silla con Tres Patas
En su libro The 3 Alarms (Las 3 Alarmas), Eric Partaker, coach y empresario, menciona una creencia errónea muy común en estos tiempos.
Pensar que para estar bien en un área de tu vida tenés que relegar las demás.
En realidad, el máximo rendimiento cada una de las áreas de nuestra vida, no sólo es posible, sino necesario para desplegarnos en todas las demás sin dejar la salud mental por el camino.
Eric divide la vida en tres grandes aspectos:
- El personal o la salud.
- La riqueza o el trabajo.
- Los vínculos.
Estos aspectos son como las 3 patas de una silla. Si uno está más alto o bajo que otro, la silla (nuestra vida) no funciona bien.
Durante muchos años se nos ha instalado la creencia profunda y errónea de que para, por ejemplo, ser exitoso en el trabajo y generar riqueza, hay que sacrificar los vínculos y la salud.
¿Cuántas historias conocemos de personas que viven para trabajar, no duermen ni comen bien, no se han hecho controles médicos en años y se terminan divorciando y arriesgando los vínculos con sus hijos porque su prioridad es siempre el trabajo?
Y así en cada una de las áreas.
Gente que por dedicar su vida a los demás perdió su salud y no se desplegó a nivel profesional.
Por esto mismo, la primera creencia que hay que derribar para ser pleno y feliz en la vida, es la de que no se puede estar bien en todo.
Y ojo, yo también creo que todo no se puede. Pero es que no es un tema de posibilidades, sino de error de concepción, de enfoque.
Tendemos a querer dar el 150% en todo. Ser perfectos en todo lo que hagamos.
Y, te sorprenderías de la cantidad de cosas en las que dar el 80% está más que bien. Pocas veces las cosas que hacemos requieren la perfección que tanto se nos enseñó a perseguir.
10 minutos por día de ejercicio en casa bastan para desarrollar una masa muscular considerable y disminuir grasa, por ejemplo.
Una presentación de trabajo que esté bien y haya tomado una hora es mejor que una perfecta que tomó 5.
Un reel en instagram con música y video está mejor que no postear nada en absoluto.
Y así podemos pensar miles de ejemplos.
Vamos a los dos errores de mentalidad que cometemos la mayoría de las personas y que nos frenan a la hora de perseguir la vida que queremos.
La Idea del Esfuerzo y Sacrificio
Una creencia que pensás que te potencia pero que en realidad es profundamente limitante es la de que todo lo bueno cuesta sudor y sangre, esfuerzo y sacrificio.
Es una creencia que frena la acción, porque tan sólo pensar en sufrir tanto, en pasarla tan mal, en llevarte tan al extremo, te produce rechazo.
En su libro Hábitos Atómicos, James Clear menciona los pasos para generar hábitos y uno de ellos es justamente hacerlo fácil.
Porque cuando algo es difícil, aquellos que no gozamos de una fuerza de voluntad de hierro (hola, la amplia mayoría de la población, aunque te parezca que sólo te pasa a vos) tendemos a abandonar.
Entonces, ¿por qué seguimos convencidos de que el trabajo arduo, el sacrificio, la dificultad, es el camino para todo lo bueno?
¿Tan fea es la vida que lo “bueno” cuesta tanto, y lo “malo” es tan fácil? No lo creo.
Si pensás que tenés que hacer mucho esfuerzo y sacrificio para conseguir algo, probablemente la gran mayoría de las cosas te cuesten mucho esfuerzo y sacrificio.
Porque no conocés otra forma de lograr las cosas, entonces siempre vas a ir por ese camino.
Pero dejame decirte algo: Hay caminos más disfrutables y mucho más efectivos.
De hecho, una de las 7 leyes espirituales del éxito de las que nos habla Deepak Chopra en su libro con este título, es la ley del menor esfuerzo.
Se basa en que todo lo que tiene éxito en el mundo, todo lo que va según su cauce, y llega a un punto óptimo, sucede sin esfuerzo. Fluye. Contrario a lo que fuimos criados para pensar.
Es “la ley del menor esfuerzo”, escuché miles de veces, como algo negativo. Para referirse a alguien vago, que no trabaja, que no hace lo que tiene que hacer, y culpable de que las cosas no salgan.
Pero es al revés. Lo bueno, fluye. No cuesta esfuerzo.
A partir de hoy, poné en práctica esta idea. Hacé fácil todo aquello que quieras lograr y difícil todo lo que quieras evitar.
Si es fácil tomar tus zapatillas y salir a correr, es más probable que lo hagas. Si no tenés cigarros en casa, es menos probable que fumes.
No se trata de superar la máxima cantidad de obstáculos posible y salir invicto, sino en ubicar esos obstáculos de manera estratégica para esquivarlos.
“El comportamiento humano sigue la ley del menor esfuerzo. Tendemos por naturaleza a elegir la opción que requiere la menor cantidad de trabajo”. James Clear, Hábitos Atómicos.
Disclaimer: con esto no estoy diciendo que todo en la vida es fácil, que vamos a amar todas y cada una de las cosas que hagamos.
Estoy proponiéndote un cambio de enfoque.
Derribemos esta idea de que todo lo bueno, cuesta sudor y sangre. Esfuerzo y trabajo que nos lleva al extremo, que pone en jaque nuestra salud, nuestros vínculos.
“Pasé noches enteras sin dormir” dicen las orgullosas historias de obtención de títulos universitarios.
“Se levantaba a las 5 de la mañana y se iba a trabajar. Volvía a las 11 de la noche”, son las historias de valor y amor con las que crecimos.
Es innegable que quienes hacían esto lo hacían con muchísimo amor, y que consiguieron cosas.
Pero aspirar a lograr todo a través de muchísimo esfuerzo es antinatural, va contra nuestra salud y nuestro bienestar y es el motivo por el cual la mayoría de las personas:
- No quiere hacer las cosas.
- Las hace pero es infeliz.
El proceso de conseguir aquello que tanto deseás, es simple. Y aspirar a disfrutarlo no sólo no es una utopía, sino que facilita las cosas.
Por eso, te propongo este enfoque totalmente distinto:
El de los pequeños pasos, de la estrategia, de la organización. De entender bien nuestras prioridades, de aprender que no hace falta hacer todo al mismo tiempo, de aprender a optimizar.
- No necesitás empezar el gimnasio todos los días para notar cambios significativos en tu cuerpo y en tu salud.
- No necesitás dejar las harinas para comer saludable, ni hacer dietas restrictivas.
- No necesitás empezar a levantarte a las 5 am de un día para el otro para ser exitoso.
- No necesitás dejar de trabajar full time para emprender.
- No necesitás tener muchísimas horas libres más en la semana para hacer algo bueno para tu vida (leer más, descansar mejor, cocinar más sano, pasar más tiempo con tus seres queridos, etc.).
- No necesitás mucho tiempo al día para mantener la casa ordenada.
- No tenés que aspirar a la perfección en cada una de las áreas.
Progreso, no perfección.
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La Idea del Cambio Drástico
“Los hábitos que en un principio pueden parecer pequeños y poco significativos, se transformarán en resultados extraordinarios si tienes la voluntad de mantenerlos durante varios años”. James Clear, Hábitos atómicos.
Detrás de todo lo que vemos, hay algo mucho más grande.
Un iceberg por debajo del agua es muchísimo más grande que por encima.
Un bloque de hielo lleva bastante tiempo subiendo su temperatura antes de que comience a percibirse el derretimiento.
Y así podemos encontrar muchísimos más ejemplos de cómo, detrás de lo que se ve, hay mucho que es imperceptible.
Así pasa con todo proceso de cambio, es paso a paso, de a poco. Y no está lleno de grandes hitos, como creemos.
Sin embargo, tendemos a aspirar a grandes eventos, al objetivo enorme, en lugar de a los pequeños pasos, los pequeños logros diarios.
“Es muy común sobreestimar la importancia de los grandes momentos definitorios y restarle valor a la realización de pequeñas mejoras cotidianas”. James Clear, Hábitos Atómicos.
Esas horas estudiando, esos entrenamientos matutinos para la carrera, ese tejer relaciones y trabajar bien todos los días en la empresa.
A esto James Clear lo llama la meseta del potencial. Son todos esos sucesos pequeños previos que, acumulados, produjeron el potencial para que se desencadene el gran resultado.
El motivo por el cual muchas veces no logramos aquello que nos proponemos, es porque tendemos a abandonar antes de cruzar esa meseta del potencial, a partir de la cual suceden los resultados perceptibles.
Tendemos a sentirnos frustrados cuando hacemos pequeños cambios y no notamos rápidamente la diferencia, y por eso abandonamos, sin ser conscientes de que es el potencial acumulado de nuestras pequeñas acciones el que produce los resultados.
Por ejemplo, dejamos de desayunar galletitas y comenzamos a salir a caminar. Un mes más tarde, nuestro peso no refleja el cambio que queríamos y todavía no estamos conformes con nuestro estado físico.
Volvemos a comer galletas y dejamos de salir a caminar, porque “total no funciona”.
Nos resulta difícil tolerar los procesos.
Y es en el paso a paso donde sucede la magia. Pero ese paso a paso no tiene nada de extraordinario y glamoroso.
De hecho, ¿cuántas veces logramos algo luego de pequeños pasitos imperceptibles y la gente nos dice que fue “suerte”?
Me ha pasado.
“Vos porque te gusta entrenar”.
“Vos porque tenés tal cuerpo”.
“Vos porque tenés fuerza de voluntad”.
Esos comentarios recibo cuando le digo a la gente (luego de que me pregunte) que entreno todos los días.
Estos comentarios ignoran la batalla contra mis demonios internos cada vez que voy a entrenar.
Ignoran cuánto mi naturaleza me pide quedarme en la cama calentita, o cuántas excusas inventa mi cerebro para no salir a caminar en las mañanas más frías.
Cuando por fin conseguís aquello que fuiste trabajando poco a poco, muchas personas van a pensar que fue de la noche a la mañana porque no tendemos a percibir los pequeños cambios, sino que nuestro cerebro se enfoca en los grandes resultados.
“El impacto creado por un cambio en nuestros hábitos es similar al efecto que provoca alterar la ruta de un avión apenas unos cuantos grados. Imagina que estás volando de Los Ángeles a la ciudad de Nueva York. Si el piloto que despega de Los Ángeles ajusta la dirección 3.5 grados al sur, llegaría a Washington, D.C., en lugar de a Nueva York. Ese pequeño cambio apenas se notaría durante el despegue. La punta del avión apenas si se movería un par de metros, pero si la distancia se magnificara durante el vuelo, el avión terminaría en un lugar que está a cientos de kilómetros del destino Original”. James Clear, Hábitos Atómicos.
Conclusión
La vida de tus sueños es posible. En este artículo te hablé acerca del camino de la felicidad, por más cliché que suene.
Te invité a desarmar tus creencias acerca de la vida y sus posibilidades para adentrarte en un trabajo personal de autoconocimiento y cambio profundo.
La buena noticia es que esta vida no sólo es posible, sino que no se logra con esfuerzo y sacrificio como creciste pensando.
La “mala” es que no hay tips o hacks, sino que se trata de un proceso y un camino más profundo.
Y diseñados para el “todo o nada”, el “todo ya”, el cambio superficial y rápido, nos cuesta aceptar propuestas que tengan que ver con procesos, con cambios atómicos, como me gusta llamarlos.
El problema es que si seguís intentando cosas que no dan resultado, quedás encerrada/o en lo mismo por mucho tiempo y la vida es finita. Cuanto antes empieces, más podrás disfrutarla.
Espero que hayas encontrado algo de sentido en todo esto. Este es el artículo más importante del blog, porque es el que contiene las bases para todo lo demás.
Pero que sea el más importante no significa que los demás son prescindibles. Más bien lo contrario.
En este blog vas a encontrar condensados los consejos, el paso a paso real, y muchos ejemplos inspiradores para empezar a vivir la vida de tus sueños hoy.
Encontrarás condensado mi viaje y el de muchos otros por este camino, para que el tuyo sea un poco más fácil. Para que cuentes con herramientas y recursos para dejar de vivir en automático y animarte a construir una vida bajo tus términos.
Las claves:
- Aspirar al progreso, no a la perfección
- Abandonar la idea del esfuerzo y sacrificio y reemplazarla por la de la fluidez y el disfrute.
- Hacer cambios atómicos en lugar de esperar cambios drásticos
¡Dejame un comentario si hoy vas a empezar a transitar este camino! El de VIVIR la vida que soñás.
Recursos Complementarios Recomendados:
Si querés profundizar en este tema, acá te dejo algunas recomendaciones:
Dos libros que toda persona debería leer:
- Los 7 Hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen Covey.
- Hábitos Atómicos, de James Clear.
Visitá la sección de Recursos para más recomendaciones.