Un año de Migrados: Mis Reflexiones

¿Estás pensando en migrar? ¿Has migrado?

Aunque cada experiencia de migración es única, es lindo y enriquecedor conocer y compartir las de otros.

El otro día nos sentamos con Cris (mi esposo) a hablar sobre cómo nos sentíamos al año de haber migrado.

Hicimos una recapitulación de todo lo que nos había pasado. Todo lo que habíamos vivido.

Y nos dimos cuenta de que el último año había sido un tiempo de constante trabajo por lo que queríamos alcanzar. Establecernos en la ciudad que elegimos para vivir.

Todavía no puedo creer que ya haga un año, y sin embargo, cuando lo pienso un poco, parece que hiciera más, por todo lo que vivimos y por todas las experiencias nuevas que tuvimos.

Me pareció interesante recopilar un poco de esa charla en un posteo para compartirte nuestras reflexiones.

La migración forma parte de esta vida intencional que busco vivir y acompañar desde este blog.

Si quieres saber nuestros motivos para migrar, en este artículo del blog te los cuento en detalle.

Un poco de contexto

El 15 de mayo del 2021 Cris y yo partimos con nuestras dos perras desde el aeropuerto de Ezeiza (Buenos Aires, Argentina) hacia España.

El primer destino era Madrid, pero nos mudábamos a Granada, una ciudad de la comunidad sureña de Andalucía.

Granada es una ciudad de poco más de 230 mil habitantes y una superficie de 88 kilómetros cuadrados.

En verano hacen temperaturas de alrededor de 45 grados y en invierno hay días que hacen algunos grados bajo cero.

Está a 45 minutos en coche de la costa mediterránea y a una hora de la Sierra Nevada, que en invierno es un importante centro de Ski.

La elegimos casi de casualidad, y porque nos había parecido que podía llegar a gustarnos, pero no esperábamos encontrarnos con semejante belleza. Porque sí, si hay algo definitivamente cierto acerca de Granada es que cada uno de sus rincones respira belleza.

Una de las atracciones más conocidas de Granada es la Alhambra, un conjunto de palacios y jardines que pertenecieron a la última corte del reino Nazarí antes de la conquista de los Reyes Católicos (te recomiendo que googlees un poco acerca de esta parte de la historia porque es fascinante).

Todavía recuerdo aquella primera vez que subí a uno de los miradores más conocidos, llamado Mirador de San Nicolás, donde hay vistas muy abiertas de la Alhambra.

Me largué a llorar porque, a pesar de haber visto fotos anteriormente,  no podía creer lo que estaba viendo.

“Yo vivo acá”, repetía, sin poder creerlo.

Ahora voy cada vez que puedo a ese mirador, a contemplar la Alhambra mientras me tomo un café o simplemente para salir un poco.

Ahora sí, luego de este pequeño preludio, te dejo con las reflexiones de este primer año viviendo en España.

Migrar: La Importancia del Autoconocimiento y la Consciencia

Una cuestión importante a la hora de salir de la vida circunstancial para crear la vida intencional, es el autoconocimiento y la consciencia.

Básicamente como seres humanos somos responsables de nuestra propia vida y cada una de nuestras acciones por insignificante que parezca, tiene un impacto.

Es por eso que es esencial vivir de manera consciente. Porque si vivimos en piloto automático, tomamos decisiones que nos conducen a lugares o circunstancias que muchas veces no son los que deseamos.

Como dice la tercera ley del libro Las 7 leyes espirituales del Éxito, de Deepak Chopra, toda acción tiene un resultado. Cosechamos lo que sembramos, básicamente.

Y si cosechamos lo que sembramos… ¡qué importante ser conscientes de qué es lo que cosechamos!

El autoconocimiento va de la mano de la consciencia, en el sentido de que cuanto más nos conocemos a nosotros mismos, más conscientes podemos ser de lo que queremos para nuestra vida, y actuar en consecuencia. Así de simple.

Si no sabes lo que te gusta, si no tienes en claro qué es lo que quieres, será difícil recorrer un camino hacia el resultado esperado.

En el caso de nuestra migración, tener un camino previo de autoconocimiento hizo que la decisión de migrar fuera tomada a consciencia.

Nos tomamos un año para decidir.

Pusimos todos los aspectos en la balanza. Indagamos en los motivos reales por los que queríamso hacrlo.

Nos juntamos con personas que lo habían hecho o con familiares de personas que habían migrado. También vimos muchísimos videos y leímos innumerables posteos de blog para conocer experiencias de otros.

Entendimos que, por cómo somos nosotros, íbamos a extrañar muchísimo. A nuestras familias, a nuestros amigos, y determinadas cosas del país y de su cultura.

También sabíamos que una vez que llegáramos aquí, podía no ser tan fácil encontrar vivienda y trabajo, y que los trámites iban a consumir mucha energía.

Saber todo esto fue invaluable.

Extrañamos igual, encontrar vivienda fue difícil, y trabajo otro tanto. Conocerlo de antemano no evitó que pasara (aunque sí nos permitió tomar los recaudos necesarios). Pero nos encontró muchísimo mejor parados que si hubiéramos migrado pensando que todo iba a ser genial, fluido y fácil.

Anímicamente, este autoconocimiento y la acción consciente fueron recursos muy valiosos.

Ph: María Carolina Vaher

Elegir es renunciar

Esto va muy de la mano con lo anterior.

El que mucho abarca, poco aprieta, dicen, y es así.

Cuando queremos una cosa pero no soltamos la otra que indefectiblemente no es compatible con nuestro plan, ahí entramos en crisis.

No puedo migrar y tener a mi familia cerca.

No puedo irme a vivir a otro país y pretender no perderme absolutamente ningún evento familiar.

Aprendí que si vivo la vida con consciencia, entiendo que cada decisión que tomo, cada acción de mi parte, tiene un impacto directo en mi vida y que necesariamente dejo otras cosas fuera.

Y cuando nos vinimos a Granada, no nos tomó por sorpresa extrañar, porque habíamos elegido estar lejos.

No nos tomó por sorpresa tener que hacer un proceso enorme de adaptación que vaya a saber uno cuándo termina, porque elegimos vivir en un país distinto al nuestro.

De nuevo: que no nos haya tomado por sorpresa no significa que no nos afecte. No significa que no extrañemos.

Extrañamos, pero aún así queremos estar aquí. Y por eso, sabemos que tomamos la decisión adecuada.

No porque haya una decisión “correcta” para todos, sino porque es la decisión correcta para nosotros.

Conoce las claves para construir la vida intencional con esta Mega Guía para Lograr la Vida que Sueñas

La Importancia de Estar en Contacto con las Motivaciones Iniciales. Recordar el por qué.

Cuando estás lejos de tu casa, y las cosas se vuelven complicadas, cuando estás en otra cultura y todo te parece distante y distinto, es sumamente valioso recordar los fundamentos, tener muy claro por qué migraste.

Si no, puedes caer en la desesperanza. En el pensar que todo fue un error y que nada valió la pena.

Estar lejos de casa es duro para muchos, otros lo procesan un tanto mejor. A mí, me pegó fuerte. Y tuve mis bajones emocionales, como muchos otros.

Todavía los tengo. Y es que viví casi 30 años en un país distinto.

Todas las veces que me pasa, que extraño a mis amigos, que nace un sobrino nuevo que todavía no conozco, todas las veces que me pierdo eventos importantes de la vida de mis seres queridos, recuerdo mi por qué.

Ese fundamento que sentó las bases de este proyecto que me hace feliz aunque tenga sus partes dolorosas y de sufrimiento.

La vida no es un hilo recto de felicidad. Cuando digo que soy feliz, no significa que esté contenta todo el tiempo. Y eso me va a pasar esté donde esté.

Comprender eso y recordarme cada tanto el por qué de lo que estoy haciendo, es mi motor en los peores momentos.

Y ahora que lo pienso, eso no sólo sirve para la migración. Sirve para la vida en general.

Te invito a conocer la historia de Herman y Candelaria Zapp, un matrimonio que en el año 2000 emprendió un viaje de Argentina a Alaska en un coche de 1928.

Adaptarse a lo nuevo

Algo que puedo concluir después de este primer año, es que los seres humanos tenemos más recursos de los que pensamos cuando nos aventuramos a lo desconocido.

¿Alguna vez escuchaste la frase “saqué fuerzas que no sabía que tenía para [inserte situación límite]”?

Lo conocido es como una coraza que nos protege y cuando salimos un poquito, da miedo, pero también ponemos en juego una fortaleza que está ahí como escondida.

Claramente algunos tienen más capacidades que otros para adaptarse a ambientes nuevos y desconocidos, pero la realidad es que el ser humano es un bicho de hábitos y costumbres, y todo lo que el cerebro no identifique como “lo de siempre” produce cierto escozor.

Por eso, me animo y te animo a que más seguido pongamos en juego ese salir de la comodidad, y así descubrir esa fortaleza que reside en cada uno de nosotros.

Tomando mates en la Alhambra

¡Hay una cantidad increíble de argentinos!

La última reflexión (y sorpresa) que quiero compartirte, es que en Granada, está lleno de argentinos.

Se trata de una ciudad muy cosmopolita. A pesar de ser pequeña, tiene una vida cultural, nocturna y diurna que no deja de sorprenderme.

Al ser universitaria, muchos jóvenes de todas partes del mundo vienen a estudiar y a hacer la experiencia de viajar lejos de casa. Es muy normal ir por las calles y escuchar varios idiomas.

A la noche los bares de tapas y de copas se llenan, y las calles están transitadas hasta tarde.

Y si hay algo que me sorprendió gratamente es que, entre toda la diversidad que puedes encontrar aquí, hay… muchísimos argentinos.

Cuando escucho a migrantes argentinos que se fueron a otras partes del mundo sufrir la falta de productos autóctonos o de compatriotas, pienso que en eso, soy una privilegiada.

Es que aquí hay cantidad de comercios que hacen y venden productos argentinos, desde empanadas, alfajores, dulce de leche, pasta frola, etc. hasta mate, termo y yerba. El dulce de leche y la yerba se consiguen en el supermercado, de hecho.

Es verdad, sí, está en euros y comparado con Argentina, no es nada barato. Pero se agradece.

De hecho mi primer trabajo aquí fue en una tienda de empanadas y otros productos argentinos.

Eso también fue una bendición, ya que mi primera experiencia laboral me permitió, dentro de lo desconocido, disfrutar de ese oasis de personas del mismo país con las que uno inexplicablemente se entiende mucho mejor. Por lo menos en mi caso.

Conclusión

Migrar no fue fácil y este fue uno de los años más desafiantes de mi vida. Pero si lo comparo con otros momentos también desafiantes y muy duros, este sin dudas fue el más feliz.

¿Por qué? Sencillamente, porque estoy persiguiendo (y concretando) un sueño.

Me siento feliz de haberme dado cuenta de que puedo elegir el lugar en el que vivo.

De que no soy víctima/prisionera de las circunstancias.

De haberme dado cuenta (y seguir aprendiendo) que si estoy conectada con quién soy realmente, si tengo el autoconocimiento suficiente como para tomar decisiones acorde a mi propósito, mi vida es la que quiero y elijo cada día y eso inevitablemente se traduce en felicidad.

Déjame en los comentarios qué te parecieron estas reflexiones. Y si tú también migraste, ¡déjame las tuyas!

Hasta la próxima semana.

Tags:

Compartir post

Posts relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subscribe

Just subscribe to my newsletter
to receive all fresh posts

home3-hero-img.jpg