¿Sientes que los constantes imprevistos te impiden alcanzar tus objetivos? ¿Crees que lograr la vida que deseas supone un esfuerzo imposible de realizar?
A diario enfrentamos situaciones que están fuera de nuestro control y que pueden acabar totalmente con nuestros planes.
Pero ese no es el motivo principal por el que no tienes resultados.
La razón real por la que frecuentemente no obtienes los resultados que te gustarían es que, sin darte cuenta, cedes constantemente el control de tu vida a otros en aspectos cotidianos. Lo delegas, en lugar de tomar las riendas.
Y eso es porque en algún momento, la mayoría de nosotros transitó por la vida en un modo automático, conformándonos con lo que “nos toca” y tratando sobrevivir.
Este blog se trata de pasar de lo que tenemos circunstancialmente a la vida que queremos intencionalmente.
Adivina qué: existen unos pequeños cambios que puedes comenzar a hacer hoy y que cambiarán tu vida de manera radical e inmediata.
Sigue leyendo y entérate de cuáles son.
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1. Apaga las notificaciones
Tomas el teléfono móvil de tus padres, y sueltas un grito.
Es que no puedes creer la cantidad de íconos de notificaciones que hay en la barra superior.
Además, vibra y suena constantemente.
¿Verdad que sí?
Y seguro que cuando quieres utilizarlo, se traba y todo tarda el triple. Es que el sistema operativo está colapsado por intentar gestionar tanta notificación.
El cerebro humano es igual. No puede gestionar mucha información al mismo tiempo, porque colapsa.
Por eso, si quieres mejorar tu vida, comienza por apagar las notificaciones del móvil y de cualquier otro dispositivo.
Por más que te esfuerces por hacer lo contrario, tu cerebro sólo puede concentrarse en una cosa a la vez.
Es verdad que tu móvil quizás no tenga todas las notificaciones activadas, pero seguro que las llamadas y el chat sí, e incluso las de las redes sociales.
Bueno, desactívalas. Desactívalas todas.
Este simple paso tendrá tal impacto en tu vida que no podrás creerlo.
Hace dos años silencié absolutamente todas las notificaciones del móvil. Gracias a ese simple acto, tengo muchísimo más control de mi vida.
Sí, así como lees. Control de mi vida.
Nadie se enojó conmigo por no responder instantáneamente un Whatsapp.
No me perdí ningún evento importante.
No pasó nada negativo por no leer un comentario en mi publicación de instagram o ver el último video viral apenas me lo compartían.
Cuando respondes instantáneamente cada vez que alguien te solicita, aunque no sea urgente, vives de acuerdo a la lógica y las necesidades del otro.
Te llaman, atiendes. Te envían un mensaje, lo lees al instante y contestas.
Pasar de la vida que tenemos circunstancialmente a la vida que queremos intencionalmente se trata de tomar las riendas.
De dejar de reaccionar al mundo para accionar en el mundo de la manera más conveniente para tí. Terminar con esta lógica de dejar que otros decidan por tí.
Decidir lo que haces con tu vida comienza por elegir minuciosamente en qué empleas tu tiempo. Tú y no las notificaciones, los llamados, los mensajes, decides dónde se va tu tiempo.
Cuanto más lideres aquellos aspectos de tu vida que puedes controlar, mejor gestionarás los imprevistos.
Además, apagar las notificaciones de tu móvil no sólo aumenta tu poder sobre tu vida sino que también multiplica tus resultados.
Según diversos estudios, tardas aproximadamente 23 minutos en volver a concentrarte luego de una distracción.
Es decir, te distraes cada un minuto, y demoras 23 en volver a funcionar al 100%.
No es negocio, ¿o sí?
2. Implementa el ritual matutino
La mañana es ese momento en el que tu día recién comienza y tu cerebro es como un vaso vacío que vas llenando de a poquito con información, experiencias y emociones.
Tú eliges de qué lo llenas. La rutina de mañana es una excelente forma de tomar las riendas de tu vida.
El ritual matutino consiste en una serie de actividades que te ayuden a comenzar bien el día.
¿Por qué es tan indispensable tener un ritual matutino?
Porque hacer una serie de actividades a la mañana que sean de tu agrado te ayuda a comenzar el día de buen humor y más conectado contigo mismo.
Piensa en algunas cosas que te gustaría hacer pero que nunca tienes tiempo. Sea leer, escuchar música, planificar tu semana o tu día, hacer ejercicio, lo que sea.
Prográmate para comenzar a hacer algunas de esas actividades durante la mañana, una detrás de otra.
Verás cómo en lugar de comenzar el día conectado con las obligaciones y el deber, lo comienzas conectado contigo mismo, con lo que más te gusta, y con tu mejor versión.
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3. Simplifica: Haz un menú semanal
No sé tú, pero yo pierdo muchísimo tiempo, dinero y salud por estar decidiendo a última hora lo que vamos a comer.
Es que se hace la hora de la cena y quiero cocinar algo rápido. Ahí es cuando comienza la desesperación que muchas veces desemboca en delivery, otras en una comida rápida y poco sana y otras en una buena comida pero que terminamos comiendo tardísimo.
Por eso, tener un menú semanal planificado con antelación es clave para que el tiempo o las circunstancias no decidan por tí.
Un recurso que me pareció súper útil es el que propone Alicia Iglesias, organizadora profesional y coach de organización en su programa 21 días para tener tu casa en orden.
El de la “lista de compra inversa”. Puedes leer en detalle de qué se trata y cómo llevarlo a cabo aquí. Básicamente consiste en una vez al mes hacer una lista de todo lo comestible que tienes en casa y pensar comidas con todos esos ingredientes.
Una vez que los hayas incluido a todos en tu menú, ahí sí luego comienzas a incorporar comidas con otros ingredientes y haces la compra.
De esta forma, evitarás el desperdicio y gastarás menos dinero.
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4. Logra Todo lo que te Propongas: Convierte Todo en un Proyecto
Hace poco escuché a Santiago Salom de Superhábitos decir “todo en mi vida es un proyecto de Asana”.
Puede sonar abrumador pensar en tu vida en términos de proyecto, pero es por una falsa imagen de un “proyecto” como algo abrumador. Los proyectos sirven para simplificar, no para complicar.
Esa frase de Santiago me hizo pensar en todas aquellas cosas que quiero lograr pero que por “falta de tiempo”, terminan quedando en el tintero.
Y esto sucede por dos motivos principales: por no saber cómo comenzar y cuándo hacerlas, o por no tener un curso de acción definido.
“Me gustaría transformar mi balcón en un lugar agradable, con plantas y asientos”.
“Quisiera aprender sobre el cuidado de la piel”
“Me gustaría aprender a elegir mejor mis alimentos”.
“Quisiera hacer una renovación de armario”.
“Quisiera decorar mejor mi casa”
Y un sinfín de cuestiones que pueden ir de cosas más “superficiales” a cosas más profundas “quiero educar a mi perro para que no pelee con otros en la calle”.
A menudo no logramos concretar estas cosas porque no sabemos dónde empezar.
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Por un lado, requieren de lectura o investigación (no sé qué plantas debería poner en mi balcón, o qué comercios tienen muebles de calidad, por ejemplo).
Por el otro, no les asignamos un momento determinado para suceder y terminan quedando para “cuando tengamos tiempo”.
(Levanta la mano si, como yo, eres culpable de acumular una infinita cantidad de tareas en esta dimensión inexistente de la vida xD).
En este reel de Instagram hablábamos de que lo que no tiene una hora y un lugar en nuestra agenda no sucede:
Y es real. Si no dices “x día a x hora tomaré un café con mi amigo”, el café no tendrá lugar.
Si no haces una cita con el médico, nunca te harás ver ese lunar que te preocupa.
Por otro lado, cuando las cosas no son claras y planificadas, el resultado es que tomas malas decisiones.
Si nunca piensas acerca de qué ropa te gustaría comprar, terminas gastando dinero de manera impulsiva en una prenda que al día siguiente ya no te gusta.
Si jamás organizas la redecoración de tu hogar, los colores de los marcos de tus fotos, el sofá y la mesa no combinarán entre sí y tu hogar no te resultará satisfactorio.
Quedarte con un sinfín de anhelos es inútil y frustrante. Así que para poner manos a la obra, te propongo que cada cosa que quieras realmente hacer, la conviertas en un proyecto.
No hace falta que sea en Asana, aunque a mi parecer es una de las herramientas de gestión de proyectos más fácil de usar.
Crea tu proyecto. Por ejemplo “redecoración de la sala”. Luego asigna tareas. Todo lo que tengas que llevar a cabo, será una tarea.
Desde averiguar qué plantas van mejor en los balcones hasta dónde comprarlas.
Desde entender qué corriente de educación canina es la que produce mejores resultados, hasta qué educadores caninos hay por tu zona.
Desde tomar un curso para el manejo de las finanzas, hasta armar una planilla con los gastos.
Etc.
Todo es una tarea. Luego mira tu agenda, y de manera realista, asígnale una fecha aproximada a cuándo completarás cada tarea.
No hace falta que sea todo ya.
Si intentas poner demasiada presión en los proyectos, esto te generará resistencia y quedarán inconclusos.
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Conclusión
La única forma de alcanzar tus objetivos es tomando las riendas de tu vida.
Liderar tu vida no se trata de grandes cosas, sino de prestar atención a aquellos pequeños aspectos de tu cotidianeidad que delegas sin darte cuenta.
En este artículo te conté algunos pequeños cambios que puedes hacer a partir de hoy y que generarán un gran y pronto impacto en tu vida. ¡Espero que te sirvan!
Cuéntame en los comentarios ¿cómo vas a tomar las riendas de tu vida a partir de hoy?