10 Lecciones de Vida de la Mano de Atrapa Tu Sueño, de Herman y Candelaria Zapp

Libro Atrapa tu sueño

Debería haberme guiado por el título. Cuando abrí Atrapa tu sueño, de Herman y Candelaria Zapp por primera vez, pensé que iba a leer un relato de viajes. Pero no fue así. Es increíble cómo a veces tenemos algo delante de los ojos y no lo vemos. Atrapa tu sueño habla de un viaje, sí, pero se trata de algo mucho más grande: los sueños. El sueño de la familia Zapp, tus sueños.

En este artículo, voy a contarte acerca de Atrapa tu sueño, la familia Zapp y las lecciones que aprendí leyendo el libro que los llevó a cumplir sus anhelos más profundos. Vas a leer algunas frases que me quedaron grabadas, y además vas a conocer algunos otros autores y contenidos que van en línea con la temática de Atrapa tu sueño, que más que un libro lo considero un “manual” de vida en muchos sentidos.

Leé también: El Camino Hacia la Felicidad: Una Decisión de Todos los Días

Familia Zapp: Quiénes Son

Los Zapp, son una familia que viaja por el mundo. Pero al principio, eran un matrimonio con un sueño: el de viajar de Argentina a Alaska.

En el año 2000 Herman y Candelaria Zapp se embarcaron en la aventura de sus vidas.

Desde sus tiempos de noviazgo soñaban con hacer un viaje de Argentina a Alaska pero por una cosa u otra lo habían postergado durante 6 años.

Un día, finalmente pusieron fecha para el 25 de enero, y tres meses antes del gran día, Herman le propuso a Candelaria emprender el viaje, en un auto de 1928.

El coche, un Ford Graham Page antiguo, no superaba la velocidad de 50 kilómetros por hora.

Cande no estaba tan segura de aceptar la propuesta de su esposo. El auto tenía ruedas de madera y ninguno sabía nada de mecánica. Pensaba que podía llegar a traer más problemas que soluciones, y que en vez de ver paisajes se la pasarían de taller en taller. Sin embargo, aceptó el desafío.

Con poco más de dos mil dólares en el bolsillo, en enero del 2000 la pareja se despidió de sus amigos y familiares, quienes, incrédulos, les dijeron “¡hasta mañana!”.

Y es que ni siquiera Herman y Candelaria estaban seguros de cuán lejos llegarían. Antes de salir de Buenos Aires ya estaban en el primer taller mecánico.

No tenían mapas ni un trayecto marcado. Sólo el dinero y un plazo de 6 meses para hacer su viaje soñado de Argentina a Alaska.

Se habían propuesto hacer 1000 kilómetros de prueba con el Graham antes del viaje, pero el día llegó y entre los trabajos y los arreglos mecánicos no habían tenido tiempo.

Sus familiares y amigos les insistieron en que lo probaran, en que marcaran un recorrido, en que organizaran un poco mejor el viaje.

Total… ¿quién los apuraba?

Pero Herman sabía que si no empezaban en ese momento, no lo harían nunca. Los llamaron locos.

«…para mí es mucho más exitoso fracasar que no intentarlo nunca”

Herman Zapp, Atrapa tu Sueño.

Atrapa tu sueño: cómo nació el libro

Tal como habían previsto, el dinero les alcanzó para los 6 meses. Podría decirse que el proyecto salió según lo planeado.

Solo que… a los 6 meses Herman y Candelaria no estaban en Alaska, ni cerca.

Un día, en Ecuador, su cuenta llegó a 0 y el matrimonio aventurero tuvo que ingeniárselas para generar un ingreso y así continuar el trayecto. Ellos siempre dicen que ahí fue cuando realmente empezó el viaje, cuando comenzó en serio.

Pasaron de ser turistas a ser viajeros, con todo lo que eso implicaba.

Primero Cande pintó cuadros, que aprovechaban para vender en cada lugar que podían y eso los ayudó a seguir adelante, junto con la venta de artesanías que compraban en un lugar y vendían en otro, conforme seguían su recorrido.

Luego, nativos de los lugares por los que pasaban los ayudaron a confeccionar unas libretas. Pero la gente las abría y se desilusionaba, pues pensaban que allí encontrarían la historia de esta aventura tan particular.

Y fue así como se les ocurrió escribir, con todo lo que habían ido documentando, el libro de su aventura, del viaje de sus sueños.

A continuación detallo las 10 lecciones que me dejó el libro de los Zapp, Atrapa tu sueño.

El auto convertido en puesto de venta de libros en una feria
Imagen cortesía de https://www.flickr.com/photos/peterolthof/29029479407

1. El Mundo es un Lugar Amigabe y Generoso

Antes de su primera noche fuera de casa, Herman y Candelaria experimentaron la generosidad de la gente. A la altura de San Andrés de Giles, un pueblo de la Provincia de Buenos Aires, decidieron parar en un taller para consultar por un ruido en la rueda que los venía preocupando casi desde la salida.

En la gomería donde pararon, les aconsejaron ir a “lo de Croce”, que resultó ser una herrería de principios de siglo XX, que entre otras cosas arreglaba ruedas de carretas y de sulkies para coleccionistas. La noche los agarró en medio del arreglo, por lo que decidieron acampar por primera vez.

“Ana y Roberto nos trajeron su carpa, el calentador, el termo y no sé cuántas cosas más. Ahora esta gente de la herrería se enojó cuando insistimos en pagarles…”, reflexionaron al finalizar el día.

Desde el momento en que se embarcaron en esta aventura, la generosidad fue una experiencia habitual.

Pero para eso, también tuvieron que salir de sí mismos y animarse a hacer cosas que jamás se habían imaginado, y que incluso les resultaban incómodas, como pedirle a familias si podían hospedarlos antes de que la noche los encontrara en la ruta.

2. Cuando Hay Voluntad, Los Recursos Aparecen

Existe el riesgo de pensar que las personas que consiguen lo que quieren tienen suerte, o estuvieron en el lugar justo en el momento indicado.

Sin embargo, en Atrapa tu Sueño vemos que todo aquello que consiguen los Zapp es fruto de tener la voluntad de conseguirlo.

En inglés, la expresión sería make it happen, algo así como “hacer que las cosas sucedan” y no quedarse esperando a que nos caiga el golpe de suerte.

Según un estudio de Richard Wiseman, un profesor de la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido, la suerte es una cuestión de actitud. El profesor afirma que “la mayoría de la gente no está abierta a lo que la rodea”.

De acuerdo con Wiseman, el 10% de lo que nos sucede en la vida se debe a circunstancias aleatorias. El 90% se relaciona a nuestra actitud frente a lo que nos ocurre. Así que el profesor sugiere 4 estrategias para “tener más suerte”, y son:

1. Abrirse a las experiencias: a veces por miedo no nos animamos a hacer determinadas cosas. Nuestra necesidad constante de controlar todo nos impide estar más abiertos a algo distinto.

2. Identificar las corazonadas y prestarles atención: ¿cuántas veces sentimos algo y lo dejamos pasar? Nos gustaría haber expresado algo, o haber tomado una decisión distinta a la que finalmente terminamos tomando. Escuchar un poco más lo que sentimos es una forma de abrirnos más al poder de lo inesperado.

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3. Confiar en que lo que puede ocurrir es positivo: En este punto se me ocurre la cantidad de veces que me imagino todo lo que puede llegar a pasar si me animo a hacer tal o cual cosa. Y finalmente no lo hago por miedo a todos esos supuestos. La capacidad de confiar en que el resultado de una acción puede ser positivo me deja en un lugar de animarme a hacer las cosas. Si vivimos una vida “a la defensiva”, tomando acciones en respuesta a posibles daños imaginarios, es muy difícil que podamos extraer real valor de lo que nos suceda. Todas nuestras acciones van a tender a evitar el peligro, y en general las acciones de este tipo contribuyen a mantener el statu quo.

4. Aprender a convertir las malas experiencias en positivas: aprender de los errores y mirar cómo nos transformaron y en qué nos ayudaron es una actitud positiva que a la larga juega a favor porque, aunque suene trillado, de los errores se aprende.

Si leemos los comentarios en los videos de su canal de YouTube, o cualquier canal de personas que viven una vida “ideal”, sobre todo si se trata de viajeros, podemos observar cómo muchas personas dicen “ustedes porque tuvieron suerte” o “viven viajando porque pueden permitírselo, tienen dinero”. Mucha gente piensa que tener la vida que sueña es una cuestión de suerte pero lo que en realidad sucede es que no están dispuestas a soltar.

Si hay algo que podemos ver en esta historia, es cómo a partir del desprendimiento comenzó el “viaje real” de los Zapp.

¿Cuántas personas están dispuestas a desprenderse de todo, a dejarlo todo atrás, a despedirse de amigos y familia, a rebuscárselas para generar dinero de formas que quizás no son las más cómodas?

Muy pocas.

Y es ahí donde se hace más clave que nunca el hecho de que conseguir lo que se anhela no tiene nada que ver con la suerte.

«Hasta hace muy pocos miles de años toda la humanidad era nómada. Esto fue así hasta que a un hombre se le ocurrió ser sedentario. A los demás les pareció que estaba loco. (…) Al tiempo, otros hombres se le sumaron y cuando fueron muchos ya nadie los consideró locos. Pero aparecieron otras dificultades: por empezar, no todos tenían acceso al agua y los que sí, podían tener más animales y mejores cosechas. Esto creó la diferencia entre ricos y pobres. Entonces la tierra se convirtió en tema de disputa, y la gente salió a buscar otras. (…) Y así llegamos al siglo XXI…nada ha cambiado, salvo que a un hombre se le ocurrió ser nómada. A los demás les pareció que estaba loco. (…) Igual ese “loco” se fue y comenzó su vida en un mundo nuevo. ¿A ustedes qué les dijeron sus amigos cuando se fueron? –nos pregunta Gula.
-Que estábamos locos…».

3. Confiar en el ser Humano, Siempre (sin importar las experiencias pasadas)

En un artículo llamado El coste de no confiar, Angel Alegre, creador del blog Vivir al Máximo habla de por qué es mejor confiar que no hacerlo.

«En general, cuando veo o interactúo con alguien que no conozco, asumo que es una persona honesta, generosa y con buen corazón», dice Ángel.

Y eso no significa que eso nunca le haya jugado una mala pasada.

Una vez un chico salió corriendo en Sudáfrica con su cámara de 300 Euros cuando el Ángel le pidió que le tomara una foto. En otra ocasión, un chico inglés le pidió prestados 100 Euros en un aeropuerto con la promesa de devolvérselos apenas llegara a destino, pero jamás volvió a saber de él.

Sin embargo, para Ángel estos son riesgos que está dispuesto a correr si tiene en cuenta todos los beneficios que le trae confiar en la gente, en lugar de desconfiar a primera vista.

«Confiar en desconocidos me ha permitido hacer grandes amigos», dice, «me ha dado la oportunidad de tener aventuras increíbles que de otra forma me habría perdido. Y lo más importante: me ha permitido vivir en paz».

lanzarse a lo desconocido

En general, que las personas son buenas y generosas es una experiencia compartida por la gente que viaja, porque es la que más experimenta la generosidad humana.

Con frecuencia, personas los ayudan en medio del camino, los reciben en sus casas o mueven cielo y tierra para que ellos puedan lograr su objetivo.

En esta charla Ted, Aniko Villalba, una argentina escritora y bloguera de viajes, explica que su mayor motivación para viajar fue la premisa de que el mundo era un lugar hospitalario, y no el lugar peligroso que todos le contaban.

Y en la charla Ted El peligro de no viajar (que recomiendo mucho), Daniela Elías dice que tendemos a pensar que el mundo es más malo que bueno porque una sonrisa hace menos ruido que una bomba.

En Atrapa tu Sueño se habla de eso.

Cuando los Zapp entraron a Colombia, lo hicieron con miedo. Mucha gente les había advertido que no fueran, que era muy peligroso. Ellos incluso habían decidido saltearse Colombia, pero luego cambiaron de opinión y encararon para ahí.

Al entrar al país estaban nerviosos. Aunque habían decidido hacerlo a pesar del miedo, la tensión se notaba en el ambiente. No por nada, dos de los primeros títulos del capítulo “Colombia” son “Miedo” y “Caminos peligrosos”. Entre las primeras experiencias de Colombia, se encuentran:

  • Una aduana que los deja pasar sin hacer los papeles porque no trabajan hasta el lunes.
  • Una frontera llena de oficiales armados que tiran al piso a un hombre que corre con su hijo para revisarlo, sin dejar de apuntarlo con sus armas.
  • Una mujer que abre la ventanilla de su ostentosa camioneta y les ofrece insistentemente comprarles su auto.
  • Unos artesanos, entre los cuales hay un argentino, que les dan la bienvenida y comparten con ellos lo último que les queda de yerba.

«Todo es muy tranquilo, la gente súper amable. Hay música, risas y familias por todas partes. Nada de la Colombia que nos habían contado. Estamos más relajados y charlamos con la gente, cuyo hablar es acompañado por una dulce tonada. Son personas muy educadas, cultas, clásicas en su vestir y de expresiones suaves que lo invitan a uno a sentirse cómodo».

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4. Pocos Encuentran Posible lo que Muchos Creían Imposible (el secreto está en intentarlo)

Muchos todavía creen que intentar alcanzar sus sueños es una locura y que es mejor quedarse en lo seguro y lo conocido que ir a por los anhelos más profundos del alma. Sin embargo, hay infinitas historias que prueban lo contrario.

¿Qué es preferible? ¿Vivir una vida insulsa pero “segura” en términos de subsistencia, o vivir una vida feliz y gratificante?

«-¿A ti qué te gustaría más?: ¿cinco kilos de helado sin gusto o el vasito más pequeño de tu gusto favorito?
-El vaso pequeño de helado con mi gusto favorito –me responde sin ninguna duda.
-Tú me dices que prefieres tu pequeño helado con el mejor gusto, lo mismo pasa con la vida. No se trata de cuánto vivamos, sino de cómo vivamos. No busques vivir eternamente, busca vivir algo que lleves eternamente (…) La vida te da sólo vida, todo lo demás se lo tienes que sacar. No esperes que te dé amor, alegrías, momentos inolvidables, sueños. Eres tú la que tiene que ir por ellos».

5. Todos Tenemos Algo Para Dar

En varias de sus charlas, entrevistas, presentaciones y conferencias, Herman y Candelaria Zapp repiten una y otra vez que la mejor parte de su viaje realmente comenzó cuando se quedaron sin dinero a menos de la mitad del trayecto.

¿Por qué?

Porque fue quizás, uno de los momentos de mayor desprendimiento que tuvo su viaje.

Tuvieron que deshacerse de viejas creencias acerca de qué es el trabajo y cómo se gana el dinero, para descubrir capacidades nunca exploradas, y que todos tenemos algo para dar.

Ellos pusieron en funcionamiento con total dedicación dones que jamás se habían imaginado que tenían.

Aprendieron a pintar cuadros, enmarcar, vender, arreglar, escribir, confeccionar libretas, y mucho más, en pos de su sueño de seguir viaje y de poder sustentarlo.

En ese momento en el que más desprendidos estaban, un quizás instinto de supervivencia les puso delante de sus ojos aquellos dones que tenían, esas cosas que eran capaces de hacer, y no les quedó otra que ponerlas en práctica.

Pienso que es muy bueno hacer este ejercicio de desprendimiento, de pensar qué tenemos para dar y olvidarnos de los miedos, de los prejuicios, de lo que creemos que otros nos van a decir o de todo lo que pensamos que puede salir mal, y que simplemente nos animemos a darlo todo.

¡Leé la continucación de Atrapa tu sueño!

6. Cuando un Sueño Llama a la Puerta, mejor abrirla (por más absurdo que parezca)

Un sueño, mientras se convierte en proyecto, pasa por varios estadios.

Comienza como una leve inquietud (“…pero ahora… ¿quién dormirá con esta pregunta?”).

Un anhelo que parece superficial, pero que en realidad es como un iceberg. Se muestra poco, pero hay mucho más para el que se anime a descubrir.

Con el pasar del tiempo, esa inquietud va ganando espacio. Uno se descubre pensando en eso en los momentos más extraños. Esa inquietud comienza a crecer, y hasta a veces molesta. Ojalá no estuviera. La vida sería más fácil.

Pero una vez presente la inquietud, ya es imposible vivir igual. Si se la atiende, es la semilla para un gran árbol. Pero si no se le da espacio, queda como un pendiente, una pregunta eterna. “¿Y si me hubiera animado?”.

Ruinas de Machu Pichu

Herman y Candelaria Zapp tenían sus vidas en Argentina. Tenían su casa, su familia, sus amigos, lo tenían “todo”. Habrían podido tranquilamente hacer de cuenta que la inquietud no existía, y seguir con las cosas como estaban.

Pero aun así, algo subsistía en sus interiores. Algo que los animaba a cuestionarse, y preguntarse todo el tiempo. Los demás no entendían. La historia se repite en tantos sueños locos.

¿Por qué? ¿Para qué? Si lo tienen todo. Déjense de joder. ¡En ese auto, encima!

Nadie les creyó, y por ende, se perdieron de ser testigos de uno de los momentos claves del viaje: el comienzo. Los despidieron con risas incrédulas. “Hasta mañana”. Pasaron más de tres años hasta que volvieron a verlos.

Lo importante es que los sueños sin fecha, son solo eso. Sueños. El momento es ahora. Siempre va a haber circunstancias que hacen creer que no es ahora. Que mejor más adelante. Así que el momento, siempre es ahora. O nunca.

7. Está Comprobado: Hay más Bien que Mal en el Mundo

A veces pensamos que el mundo es horrible y está lleno de gente mala.

Y es verdad.

Pero solemos tener la falsa imagen de que el mal es más que el bien y no es así.

Podemos comprobarlo con el simple hecho de que en nosotros hay disposiciones buenas y malas, y a veces ganan unas y a veces otras.

El mal no es una cosa grande impartida por villanos y gente que es mala por naturaleza, sino que es un conjunto de decisiones de no ayudar, de no ponerse en el lugar del otro, de no estar disponibles para recibir a los demás.

El mal no es un concepto abstracto

No se trata solamente el terrorismo o los grandes actos de violencia y opresión. El mal empieza en nosotros. Cuando no nos dedicamos con alegría y actitud servicial a nuestro trabajo.

Pensemos en Candelaria y Herman. Cuántos empleados administrativos pusieron su mejor actitud para que todo funcione, y cuántos no. Cuántos decidieron mirar para otro lado cuando ellos les presentaron su sueño.

El bien se hace presente cuando podemos empatizar con el otro. Cuando su historia nos conmueve y decidimos salir de nuestra comodidad para hacer todo lo que esté en nuestro alcance para ayudarlo, y ahí se pone en movimiento una gran ola de bien.

8. Si Ponemos el Foco en Nuestro Sueño (y nos decidimos a perseguirlo), Las Cosas Salen

Esto puede parecer súper trillado, o sacado de una teoría mágica de “atrae lo bueno” con tu actitud, pero en realidad es algo que sucede y no tiene nada que ver con la magia.

Sergio Fernández, Coach, autor y emprendedor, sostiene que hay dos energías desde la que podemos hacer las cosas:

Desde la abundancia o desde la escasez.

Dónde ponemos el foco determina el resultado de las cosas. Y no es ninguna magia.

Simplemente, cuando estamos decididos a poner la mirada en lo positivo, somos capaces de ver oportunidades donde quienes hacen foco en lo negativo sólo ven derrotas y puertas cerradas.

Herman y Candelaria Zapp sufrieron el primer desperfecto mecánico de su auto de 1928 a unas cuadras de su casa, apenas comenzó el viaje. Llegaron a Alaska y –spoiler alert- hoy, veinte años más tarde, siguen recorriendo el mundo en ese auto.

Dar generosamente no es dar lo que me sobra, sino lo que tengo.

Y esto podemos aprenderlo de manera muy didáctica en una anécdota narrada en el libro, de cuando el matrimonio Zapp estaba en Ecuador:

Un hombre que los hospedaba en ese entonces los llevó a dar un recorrido por el puerto, donde se encontraron con un pescador.

El hombre le preguntó cómo venía la pesca, y el pescador le contestó desanimado que no muy bien. A continuación, ante la curiosidad de los Zapp, les ofreció regalarles lo único que había pescado en el día.

Anonadado, Herman se apresuró a rechazar el regalo, pues le pareció que sería llevarse lo poco que el hombre había logrado pescar en el día.

Ante tal reacción, el pescador se mostró desilusionado, y Cande, en un rápido reflejo, intervino. “A mí me encantaría”. Y el hombre, contento, les dio entonces el balde con la pesca del día.

Al alejarse del lugar, tanto el anfitrión como Cande miraron a Herman con desaprobación. Él les explicó que le había parecido demasiado llevarse lo único que el hombre había podido pescar en el día, ante lo que quien los acompañaba, respondió:

«Eso, justamente, es dar: entregar lo que te sobra no es brindarte. Compartir es dar algo que uno quiere, y este pescador ha compartido contigo su pesca. Esa fue su mejor forma de decirte: ‘bienvenido a mi tierra’».

jajajajaja un chascarrillo sólo para entendidos

9. La Lección Fundamental: Lo Importante es Empezar.

No llega a su objetivo quien más capacidades y habilidades tiene (eso ayuda un montón, sí, pero no lo es todo). Llega a su objetivo quien empieza.

Quizás vemos a muchos referentes del mundo en el que nos queremos desarrollar y pensamos “yo sé más”, o “yo tengo mejor capacidad”.

Sí, pero el que lo logra es el que empieza.

«-¿Ese fue el momento más difícil?
-No, lo más difícil fue empezar, dejarlo todo: la familia, la casa, el trabajo y los amigos, para dirigirnos hacia lo desconocido, lo imprevisible, lo extraño.
-¿No fue más difícil bajar el Amazonas, cruzar los desiertos, las montañas, el parto o quedarse sin dinero?
-No, nada de eso. Mucho más difícil fue empezar».

10. Los Sueños Activan los Míos (y me llevan a Mover Montañas)

Happiness is the only thing that doubles if it’s shared.

Esta frase, que significa “La felicidad es lo único que se duplica cuando se comparte”, es del documental Expedition Happiness, que de paso recomiendo, sobre unos chicos que deciden emprender viaje en una casa rodante construida por ellos mismos en lo que antes fue un micro escolar.

Habla mucho de los anhelos, de las formas de cumplirlos y de saber indagar en los motivos de lo que queremos o pensamos que queremos. Y, al igual que todos aquellos que tomaron la decisión de salir a recorrer el mundo, comprobaron algo que ya puede declararse verdad universal:

Cuando uno es feliz y es capaz de expresar y compartir su felicidad, esta se multiplica y se hace para otros.

En cada frontera, con cada persona que se encontraban, los Zapp aprovechaban para mencionar que iban en busca de un gran sueño.

Y eso, aunque les valió varias risitas escépticas, también abrió paso a conversaciones interesantes y hasta a conseguir cosas que necesitaban para continuar viaje, pues las personas querían formar parte de ese sueño.

Los Zapp llevaban una libretita donde anotaban todos los nombres de quienes, de una forma u otra, habían posibilitado que ese sueño se cumpliera, porque eran conscientes de que no podían hacerlo solos, sino que necesitaban de otros para que eso que tanto anhelaban finalmente sucediera.

Conclusión

Comparto este libro con ustedes, porque realmente es un libro para el alma.
Podemos mirar la vida como un viaje y tomar varias de las lecciones que recibieron estos viajeros para darnos cuenta de que la vida nos enseña cosas a través de las circunstancias. Es cuestión de estar atentos y recibirlas, ponerlas en práctica.

Atrapa tu sueño es realmente una buena forma de entender la vida como un recorrido, que “se hace camino al andar”.

Un llamado a disfrutarla porque hay una sola (aunque esto parezca un concepto trillado).

A animarse a soñar y a esforzarse por hacer los sueños realidad. Una forma de despertar y ser consciente de que lo importante es empezar. El resto, después se ve.

Leyendo el libro

Atrapa tu Sueño nos invita a cuestionar y rever muchas actitudes que tenemos en lo cotidiano.

Actitudes defensivas, o incluso ofensivas.

¿Cuánto recibimos a los otros? ¿Cuán disponibles estamos a que la necesidad de otro nos cambie los planes?

También nos cuestiona la confianza que tenemos en otros seres humanos.

Y aquello que perseguimos día a día, en lo que se nos va la vida. Nos cuestiona nuestros no. ¿Por qué no? Me imagino a Herman, cuando se le ocurrió escribir el primer libro, aquél que les sirvió de ingreso económico mientras seguían cumpliendo su sueño.

Siempre, ante los objetivos que nos atraen pero que nos parecen demasiado grandes, o complicados, nos vienen millones de no. Pero sólo basta una pregunta. ¿Y por qué no?

Estos viajeros transformaron al mundo en su barrio y saludaban a la misma gente en distintos países, como quien se encuentra con un vecino en la esquina de su casa.

Pero no fue fácil ni de un día para el otro. La decisión más importante, dentro de todas las que tuvieron que tomar desde aquel 25 de enero del 2000, fue empezar.

Familia Zapp Hoy

Hoy la familia Zapp cuenta con 6 integrantes. Todavía conserva el Graham Page del año 1928 en el que recorrieron… ¡el mundo entero! Aunque dicen que en algún momento van a dejar de viajar para establecerse en Argentina, eso todavía no sucedió (excepto por su hijo mayor, Pampa, que decidió ponerle pausa a los viajes para experimentar una vida más… “tradicional”).

En su canal de YouTube, familia Zapp family, van compartiendo su trayecto. Acá te dejo un video que a mí me encanta:

Como su viaje continuó, escribieron más libros.

Comprar los libros de la familia Zapp acá:

Disfrutá la continuación de Atrapa tu Sueño y enterate de cómo continuaron las aventuras de la familia Zapp

El viaje de los Zapp no terminó. ¿Querés saber qué pasó? Leé Atrapa tu Sueño Sin Excusas

Y por si te quedabas con ganas de más lecciones en este viaje de vida, Atrapa tu Sueño Con Ganas

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4 comentarios

  1. Muy bueno Ayuu! Me encantó! Altas ganas de leer el libro ahora jajaja. Me voy a quedar con el canal de youtube x el momento!

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