¿Alguna vez te pasó de entusiasmarte con un proyecto, dedicar los siguientes días a ponerlo en marcha, y luego de un tiempo abandonarlo?
¿Has comenzado a leer un libro que realmente te gustaba y lo has abandonado antes de llegar siquiera a la mitad?
¿Quieres hacer ejercicio pero asistes esporádicamente a clases o al gimnasio y luego lo dejas?
¿Qué es lo que pasa que no logras sostener actividades, proyectos, objetivos que en un principio te entusiasmaban tanto?
Hace un tiempo pregunté en mi cuenta de Instagram qué era lo que más te alejaba de tus sueños.
Aquella traba constante, casi diaria, que te hacía tropezar una y otra vez a la hora de conseguir tus objetivos.
La mayoría de las respuestas que recibí tenían que ver con la falta de constancia. La lucha contra la maldita resistencia. El querer y sentir que no puedes.
¡Me identifiqué tanto con esta respuesta! Pasé (y aún paso) mucho tiempo luchando contra esto.
La falta de constancia te aleja de tus sueños, te aleja de las personas, te aleja de la vida que quieres, incluso del disfrute cotidiano.
Porque no logras terminar ese libro que has empezado, porque te anotas en cursos y los dejas, porque quedas con alguien y le cancelas.
Pareciera, en un punto, que resulta imposible comprometerse con algo y llegar hasta el final.
Y eso tiene varios motivos y también formas de superarlo. Y voy a contártelos en este post.
Pero antes quiero decirte algo muy importante, que es lo central de todo esto:
La falta de constancia hace que vivas cumpliendo obligaciones porque “hay que” hacerlo (y generalmente a último momento) en lugar de hacer acciones porque quieres hacerlas.
Y terminas conformándote con una vida de obligaciones y esporádicos disfrutes, en la que los sueños quedan como eso: sueños lejanos imposibles de cumplir.
Pero puedes cambiar las cosas. La mente es tan poderosa que, aprendiendo a gestionarla, puedes transformar tu vida por completo.
Entonces… ¿cómo ser constante?
Si quieres pasar de una vida de frustraciones a una vida feliz y satisfactoria, sigue leyendo.
En este artículo te contaré acerca de por qué es necesaria la constancia, los motivos principales por los cuales cuesta tanto ser constante, las soluciones y respuestas a esos motivos y herramientas puntuales de las que servirte para mejorar la constancia en tu vida y así lograr mejores resultados.
Qué Significa ser Constante (y Por qué es Esencial)
Para aprender cómo ser constante es necesario entender acerca de la constancia.
Según el diccionario, la constancia es la “voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla”.
Me impactó muchísimo esto de voluntad inquebrantable. ¡Qué desafiante!
¿Cómo puedes hacer para tener una voluntad inquebrantable? Parece muy difícil pero no lo es.
En su libro Hábitos Atómicos, James Clear propone hacer un ejercicio que consiste en simplificar tanto los hábitos a crear, que sean extremadamente fáciles (echa un vistazo al libro aquí).
En lugar de “leer un libro”, leer 1 página. En lugar de ir al gimnasio media hora, ir por dos minutos. Todos los días.
“La gente cree con frecuencia que es raro recibir reconocimiento por haber leido una sola página, o por meditar durante un minuto o por hacer una llamada de ventas. Pero el punto no consiste en hacer una sola cosa. El punto es dominar el hábito de hacerte presente”.
James Clear, Hábitos Atómicos.
Este hábito de hacerte presente, es lo que te ayudará a, con el tiempo, tener constancia en determinada actividad.
Porque la constancia es aquello que te ayudará a alcanzar lo que tanto anhelas. Sin constancia, no hay logros.
Motivos por los que Cuesta Tanto Ser Constante
Echemos un vistazo a los motivos más comunes por los que ser constante resulta tan desafiante.
El Más Frecuente: “La vida me pasa por encima”
Cuánto he escuchado repetir esto. “Yo quería ir al gimnasio esta semana pero la vida me pasó por encima. Quedé en medio de un caos”.
Cuando tu vida no tiene un mínimo de planificación y organización, deciden por tí las circunstancias o los demás.
Te acomodas a las prioridades de otro, y lo que tú querías pasa a último lugar en la lista de prioridades.
Si quieres dejar de resolver urgentes para elegir en qué usar tu tiempo, puedes leer este artículo acerca de herramientas prácticas para tomar el control de tu vida.
El Más Preocupante: La cultura del Todo ya
En estos tiempos en los que disponemos de todo al alcance de nuestras manos en muy poco tiempo, es cada vez más difícil esperar los tiempos naturales de los procesos.
Así, intentas algo dos veces y luego o no te sale o te aburres y lo abandonas.
Es súper normal, y en parte no es tu culpa, pero sí es tu responsabilidad tomar consciencia para ejercitar la paciencia.
No todo lo lograrás de inmediato. Los hábitos, por ejemplo, llevan un tiempo (distinto para cada persona) hasta que logres incorporarlos.
Sobre todo si has sostenido el hábito contrario durante la mayor parte de tu vida.
Depender de la Motivación
Es fácil caer en el error de pensar que si no estás motivado/a para hacer algo, mejor dejarlo para cuando vuelva el entusiasmo.
Pero la realidad es que las metas no se logran a base de motivación, sino de constancia.
Es por eso que depender de la motivación es peligroso. Porque una vez que esta se pasa, no sabrás cuándo volverá. Es impredecible.
Una solución para la dependencia a la motivación es volver a los fundamentos. En el próximo apartado hablo más en detalle sobre esto.
No lo Deseas Realmente
Quizás la falta de constancia se deba a que en realidad no deseabas tanto hacer eso que te proponías.
Quizás fue un anhelo pasajero o una moda, o alguien te dijo que debías hacer algo. Pero en cuanto los has intentado, te has dado cuenta que no lo querías.
Puede pasar, por eso es importante actuar de acuerdo a tu misión y tu visión en lugar de sacar metas de la galera.
Objetivos Poco Específicos o mal Expresados
Otra razón por la que te cuesta ser constante puede ser que tus objetivos sean poco específicos o que estén expresados en negativo.
Son poco específicos cuando carecen de datos concretos. Ejemplo: “leer más”. ¿Qué es más? ¿una página por día? ¿un libro a la semana?
Por otro lado, cuando expresas tus objetivos en negativo “no dormir hasta tarde”, “no acostarme después de las 11”, en realidad estás diciendo lo que no quieres hacer, pero no estás poniéndote un objetivo a concretar.
En el próximo apartado encontrarás una forma superadora para expresar tus objetivos y así ganar la constancia que necesitas para concretarlos.
El Más Desafiante: Malos Hábitos muy Arraigados
No te frustres.
Llevas años repitiendo determinadas conductas que se han convertido en hábitos muy arraigados.
Si siempre apagas la alarma cuando suena y sigues durmiendo…
Si siempre llegas tarde a absolutamente todos los lugares…
Si nunca mantienes tu palabra cuando dices que irás a un evento…
No pretendas de un día para el otro levantarte apenas suena el despertador, llegar con tiempo de sobra o respetar todos los compromisos que asumes.
Si llevas años rompiendo tu palabra contigo mismo y con los demás, necesitarás una “purga” de malos hábitos que lleva un tiempo.
¡La buena noticia es que puedes revertirlo!
Encuentra aquí un paso a paso infalible para eliminar los malos hábitos.
El Embudo Insuperable: Exceso de Objetivos
Como decía unas líneas más arriba, imagínate que luego de años de llegar tarde, cancelar compromisos y apagar la alarma y seguir durmiendo, quieres levantarte temprano, salir a entrenar, comer sano, llegar a tiempo a todos lados, tener tres encuentros por día…
Un poco mucho, ¿no?
Tu cerebro tiene cierta tolerancia a la incomodidad y abusar de ella te llevará al caos absoluto y a abandonar todo intento por cambiar.
Así que elige un sólo hábito (por ejemplo, levantarte temprano) y elabora una estrategia para generarlo.
Encuentra tips prácticos súper efectivos para conquistar hábitos difíciles en el artículo: 4 Ideas Para (¡Por Fin!) Conquistar Ese Hábito Que Se Te Escapa De Las Manos
Cómo ser Constante (y Disciplinada/o)
Acabamos de enumerar las razones por las que te es tan desafiante ser constante. ¿Te has identificado con alguna o varias?
Yo las tengo a todas.
Y por eso, encontré, para cada una, una respuesta, una solución. Vengo implementándolas en mi vida con muy buenos resultados.
Pensar en Clave de Proyectos
Si lees mi blog usualmente, ya habrás leido esta táctica en algún otro post. Es que una vez que implementé esto, mi vida mejoró por completo.
Pensar tu objetivo como proyecto es desarmarlo en varias partes para estructurar el proceso que te va a llevar a completarlo:
- Fecha de inicio.
- Fecha de fin (lo que no tiene fecha no se concreta).
- Personas involucradas y la tarea que asumirá cada una.
- Recursos necesarios.
- Etapas (puedes poner tantas como necesites) y duración de cada una.
- Tiempo de ejecución total.
- Tareas (una a una absolutamente todas las tareas que vas a necesitar hacer) y sus fechas de vencimiento.
Te pongo un ejemplo. Quieres mejorar tu balcón.
Fecha de inicio: de manera realista, cuándo podrías comenzar a dedicarle tiempo a este proyecto.
Fecha de fin: ¿para cuándo quieres tener el balcón renovado?
Personas involucradas: ¿Eres sólo tú o te ayudará alguien más?
Recursos necesarios: Por ejemplo, una bolsa de tierra, macetas, determinadas plantas, los adornos, mesas, sillas, alfombra, pintura, cemento, pala, pincel, rodillo, etc., y la cantidad de dinero.
Etapas: puede ser una fase de investigación, por ejemplo, en la que busques en Pinterest imágenes para inspirarte. Luego te informes de lo que necesitas para hacerlo, etc., luego una fase de compra de materiales/contratación de servicios, luego una fase de ejecución propiamente dicha.
Tiempo de ejecución total: esto es muy importante, porque te dará un panorama de si tus fechas de inicio y de fin son realmente alcanzables. Sé realista, y teniendo en cuenta cuándo puedes comenzar y cuándo te gustaría tenerlo listo, asigna un tiempo de duración que te permita completar todas las etapas.
Tareas: una a una, desglosadas absolutamente todas las tareas. Por ejemplo: búsqueda de inspiración, definir modelo final, investigar sobre materiales/adornos/plantas, encontrar tutoriales o contratar algún servicio, etc., todo con una fecha asignada.
Estos ítems no son estáticos y probablemente se vayan modificando una vez que avances en el proyecto.
Pero planificar y organizarlo todo como un proyecto, te permite tener una mayor visibilidad del todo y de sus partes e ir coordinándolo de forma efectiva.
Tener Fundamentos Potentes
Al comenzar proyectos o abordar objetivos siempre tendrás un entusiasmo inicial que hace que todo fluya y avance fácil y rápido.
Pero luego perderás ese entusiasmo inicial.
¿Por qué, si es algo que realmente deseas? Pues porque ya no es una novedad, la curva de dificultad se acentúa y necesitas una “fuerza adicional” para dedicarle el tiempo, energía y recursos necesarios.
Para mantenerte en acción en lugar de tirar todo e irte a ver tu serie favorita (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia).
Esta fuerza adicional ultra potente para mantenerte en acción, serán tus fundamentos. Tu razón, tu por qué quieres lograr esto en primera instancia.
Siguiendo con el ejemplo del balcón, “tener un balcón más lindo” puede que no resulte lo suficientemente potente.
Después de todo, llevas años con ese balcón y tu vida no se ha detenido.
Debes encontrar tu razón real. Tener un balcón más lindo puede esconder varios motivos detrás. Te dejo ejemplos:
- Con el balcón renovado podré comer afuera y disfrutaré de una mejor vista, despejaré mis ideas y estaré en contacto con la naturaleza como siempre he querido.
- Tendré un sitio para leer en lugar del sofá donde siempre termino mirando la televisión.
- Escucharé los pajaritos en lugar de los sonidos del apartamento contiguo o el de arriba.
- Podré hacer jardinería y tener mi propia huerta, siempre he querido hacer eso.
Si no te identificas con el ejemplo del balcón, piensa en aquel objetivo más grande que tienes y que nunca logras concretar.
Puede ser entrenar, por ejemplo, porque quieres gozar de más salud, ser capaz de jugar con tus hijos/as, o para sentirte mejor contigo mismo/a.
Piensa en el gran por qué, tu razón más grande para lograr lo que quieres, y anótala. Consúltala cada vez que pienses en abandonar, dila en voz alta.
“Quiero entrenar todos los días para mantenerme en forma y disfrutar de buena salud”.
“Quiero mejorar el balcón para estar más en contacto con la naturaleza y ser más feliz en mi vida cotidiana”.
“Quiero estudiar porque anhelo ejercer esta profesión que tanto amo y así aportar valor al mundo”.
“Anhelo emprender porque tengo un hijo y quiero manejar mis horarios para pasar más tiempo con él a la vez que comparto mis talentos con los demás”.
No subestimes la fuerza de tu por qué. Será aquello que te impulse cuando todo se vuelva difícil.
Será lo que te saque a flote cuando sientas que te hundes.
Que tus Motivos Sean Reales
Te juntas con un amigo a tomar algo y en la conversación surge que vio en un video que la gente exitosa se levanta a las 5 am todos los días.
Te cuenta que comenzó a hacerlo y que le está trayendo excelentes resultados.
Tú piensas que no hay nada más horrible que levantarse a las 5 am, pues te gusta acostarte hasta tarde, te desmotiva amanecer de noche y eres un zombie durante toda la mañana.
Pero como tu amigo insiste en que le cambió la vida, decides intentarlo. Lo haces durante una semana, pues tienes ganas de ser súper exitoso/a y millonario.
Es la peor semana de tu vida, pero sigues intentándolo, sin lograr todos esos resultados.
Además, como disfrutas de acostarte tarde, estás durmiendo mucho menos que antes. Pues aunque te amaneces varias más temprano, estás yéndote a la cama a la misma hora de siempre.
El resultado: disminuyes en calidad de vida, tu productividad empeora y estás de malhumor todo el día.
No llegas a los 30 días de levantarte a las 5 y abandonas. Sientes una enorme frustración, pues tu amigo sí lo ha logrado y su vida ha mejorado notablemente.
Pero ¿sabes qué? El error está en copiar otro objetivo sin quererlo realmente.
Levantarse a las 5 de la mañana no es para todo el mundo. Hay personas que funcionan mejor de noche, y otras a la mañana.
Cuando copias un objetivo de otro lado, cuando te pones una meta por ponértela y no porque la quieres realmente, te será difícil sostenerla.
Y no sólo eso, sino que implementarla no te servirá de nada.
Para sostener una conducta en el tiempo, es necesario que las razones sean tuyas y sean reales.
Este “por qué” potente del que hablábamos en el párrafo anterior.
Adoptar dietas porque están de moda, levantarte a las 5 porque supuestamente es el horario del éxito, irte de vacaciones al lugar al que se va todo el mundo, suelen ser razones erróneas para hacer las cosas, y la falta de constancia se hará presente.
Busca objetivos propios y razones válidas para llevarlos a cabo y verás cuándo más fácil te será ser constante.
Que tus Objetivos Estén Expresados en Positivo
Te propongo lo siguiente. Pon la mente en blanco.
¿Ya?
Pues ahora NO PIENSES EN UN ELEFANTE.
Es sumamente importante que no pienses en un elefante.
¿Lo has logrado?
El cerebro (que guía todo lo que sucede en tu cuerpo) carece de la capacidad de pensar en negativo.
A la hora de ponerte un objetivo o en pensar algo que quieres lograr, un error muy frecuente es expresarlo en negativo.
Porque quieres abandonar cierta conducta o huir de cierto contexto.
Además, expresar en negativo le da al cerebro la impresión de privación y esfuerzo y eso se traduce en dificultad y ausencia de gratificación/recompensa.
Y como vimos en este artículo sobre cómo generar y mantener hábitos poderosos para transformar tu vida, tu cerebro no quiere gastar energía. Por lo tanto, elige siempre la opción más sencilla y la que traerá una recompensa inmediata asociada.
Si fumas hace varios años, ponerte el objetivo de “no fumar” será cero atractivo para tu cerebro, que encuentra en el cigarrillo un calmante instantáneo.
Si pones “no comer comida chatarra”, ¿qué puede ser lindo ya en esta vida? ¿qué tiene de atractivo este objetivo?
Aunque parezca una sutileza, este cambio de negativo a positivo es sumamente poderoso.
“Abandonar el cigarrillo” o “dejar de fumar” serán formas muchísimo más efectivas de expresar tus deseos.
Ya no le estás diciendo a tu mente que no quieres algo (que es perjudicial para tu salud), sino que estás transmitiéndole aquello que anhelas.
Evitar algo se traduce en esfuerzo y dificultad.
Anhelar algo se traduce en ilusión.
¡Cuánto más potente es la ilusión que el esfuerzo a la hora de motorizar nuestras acciones!
Generar Buenos Hábitos
Como siempre decimos en la infinidad de artículos sobre hábitos que hay en este blog, un hábito es una conducta que, repetida en el tiempo, se vuelve automática.
Es decir, no necesita que pienses en ella a la hora de hacerla. Por lo tanto, al hacer esa acción no gastas energía, o gastas una cantidad muy reducida.
A la hora de lograr más constancia, los hábitos son fundamentales.
Automatizar conductas positivas que te lleven a lograr las cosas y mantenerlas en el tiempo significa que gastarás menos energía. Y eso se traduce en mayor facilidad para mantener la constancia.
Piensa ahora en eso en lo que te está costando tanto generar la constancia y piensa un hábito (¡sólo uno!) con que podrías mejorarla significativamente.
¿Te gustaría un ejemplo?
Hace un tiempo me costaba muchísimo mantener la constancia del entrenamiento.
Me gusta hacer ejercicio, pero la verdad si tengo que salir del modo quieto (mi modo favorito en la tierra) al modo movimiento (uno que me es menos amigable), la cosa se complica.
Como yo me levanto todos los días muy temprano (pues amo la mañana) y salgo a caminar media hora, decidí que iba a entrenar todos los días inmediatamente después de la caminata.
El resultado fue sorprendente. Logré convertir mis esporádicos entrenamientos en un hábito luego de repetirlos durante unos pocos días.
Te animo a que no esperes y en este mismo momento anotes un hábito que generarás a partir de hoy para lograr por fin ser constante en aquello que tanto te costaba.
¿Necesitas ayuda? Aquí tienes una guía exhaustiva paso a paso para generar hábitos de manera simple.
Una Cosa a la Vez
Una de las mayores consecuencias del entusiasmo es sobredimensionar tus capacidades.
Te produce tanta ilusión este objetivo, esto que quieres lograr, que quieres hacer todo lo que conlleva al mismo tiempo.
El resultado, es que te abrumas por tantas cosas y al final lo terminas dejando.
Pongamos el ejemplo del balcón.
Te imaginas qué lindo será tenerlo terminado. Te entusiasmas, y mientras buscas inspiración también comienzas a buscar precios, y además estás tan motivado que sales a comprar algunas cosas, pero luego te das cuenta que no te gustaba tanto esa primera idea, y las cosas que compraste ya no te sirven.
Todo se convierte en algo confuso. Al otro día no estás tan entusiasmado/a y acabas por dejarlo.
Sumado a eso, te quedó un montón de material inservible y una considerable cantidad de dinero faltando en tu cuenta.
Cuando intentas hacer todo a la vez, se produce una falta de foco.
El cerebro sólo puede manejar una cierta cantidad de información al mismo tiempo. Cuando intentas darle más, colapsa. Y ahí viene la resistencia.
El caos es enemigo de la acción. Haz una sola cosa a la vez (¡y piensa sólo en eso!) y verás cómo logras ser más constante.
Cómo Ser Más Constante: Herramientas
La idea de este artículo es que cuentes con recursos para lograr ser más constante (y feliz).
Por eso, quiero compartirte algunas herramientas que yo uso a diario para organizar mi vida y mantener la constancia en todo aquello que quiero lograr.
- Google Spreadsheets: planillas digitales en las que puedes hacer listas, controlar tus hábitos y finanzas, sacar cálculos y trackear tu progreso. Yo las uso muchísimo para registrar los hábitos y, sacar cuentas (por ejemplo cuántos minutos de ejercicio hice en la semana) y así revisar periódicamente.
- Todoist: una app muy ingeniosa en la que puedes diseñar tu rutina e ir tildando las actividades una vez las completes. Ver la cantidad de veces que las haces te motiva a sostener la práctica.
- Evernote: más que un bloc de notas, esto es donde administro mi información para todo. Puedes crear libretas sobre distintos temas (por ejemplo mantenimiento del hogar, organización semanal, “ideas para…”, y enviar absolutamente todo lo que se te ocurra allí. Cuanto más organizado, más útil. Además puedes enviarte capturas de páginas web y artículos de blog para leer desde allí. Una auténtica joya. La versión gratuita permite conectar hasta dos dispositivos (yo la tengo en el portátil/ordenador y en el móvil) y guardar 60 MB de info. El plan pago comienza en €6,99 al día de la publicación de este artículo.
- Asana: la mejor herramienta para organizar y gestionar proyectos. Súper intuitiva, yo la uso para absolutamente todo, desde la organización del blog y la cuenta de instagram hasta la proyección de compras y renovación de armario.
Pasando en Limpio
Tener constancia no significa cumplir de manera repetitiva con una obligación.
Se trata de encontrar un gran motivo, uno que sea capaz de movilizarte en los momentos más difíciles, creer que puedes lograrlo e ir todos los días a por ello.
Tener constancia se trata de dejar de cumplir obligaciones para cumplir tus sueños.
De acercarte cada vez más a esa vida que tanto sueñas.
Tener constancia es más acerca de enfrentar tus miedos que de ponerte firme y obligarte a hacer algo.
Es decidirte a ir a por tus sueños de una vez por todas.
Cuando realmente te permitas pensar en qué es lo que quieres para tu vida, ponerlo por escrito y elaborar un plan, la resistencia y la falta de constancia serán cosas del pasado.
Espero que te haya gustado este artículo.
Y cuéntame en los comentarios: ¿en qué te cuesta ser constante este tiempo? ¿Qué acción tomarás hoy mismo para ganar constancia y de una vez por todas lograr esa meta?
