Desapego: La Clave Para Conseguir lo que Deseas

Desapego

¿Alguna vez has sentido que el corazón te estallaba en pedazos por no obtener algo que deseabas con todo tu ser?

¡Qué lindo cuando obtenemos lo que soñamos! Sin embargo, muchas veces simplemente no se da todo como queríamos. Y es en la forma en que respondemos a esto donde reside la clave de la felicidad.

Lo que nos lleva a una clave fundamental a la hora de lograr la vida soñada: el desapego.

La ley del desapego es la sexta ley del libro Las 7 leyes espirituales del éxito, de Deepak Chopra, y en el artículo de hoy te cuento por qué el desapego es el camino hacia la vida de tus sueños y por qué no es contrario a planificar y ponerte objetivos.

El Desapego: la Puerta a las Nuevas Oportunidades

“El apego es producto de la conciencia de la pobreza, porque se interesa siempre por los símbolos. El desapego es sinónimo de la conciencia de la riqueza, porque con él viene la libertad para crear”. Deepak Chopra, Las 7 leyes espirituales del éxito.

Desde un examen desaprobado, pasando por desencantos amorosos, hasta la muerte de mi abuela, mis desilusiones con respecto a lo que quería han sido numerosas y apuesto a que las tuyas también.

Sin embargo, estoy extremadamente agradecida de que las circunstancias se dieran así.

¿Por qué?

Porque eso fue una oportunidad para desarrollar determinada cualidad, o porque ahora tengo algo mucho mejor que lo que mi limitada mente podía soñar.

Lee también: Cómo Lograr la Vida que Sueñas – parte 1 (Mega Guía para Diseñar tu Vida)

Te cuento un ejemplo:

En 2020 decidimos que al año siguiente migraríamos de Buenos Aires (Argentina) a Granada (España).

Pusimos nuestra casa en venta una semana antes de que se diera el confinamiento mundial. Nuestra casa no se vendió, y migramos sin ese “colchón de seguridad” que tanto nos habría gustado tener.

No tener esa seguridad me llevó a buscar nuevas fuentes de ingreso. Tuve que salir de mi tan ansiada comodidad.

Si hubiera tenido ese colchón habría estado en mi casa tranquila sin salir a buscar trabajo o sin buscar clientes con tanta insistencia.

Tener un trabajo me permitió conocer mejor y entrar en contacto más rápidamente con aquella cultura en la que estaba insertándome.

Tener clientes me permitió volver a enamorarme de mi pasión por la escritura y el desarrollo de contenido.

Querer generar más fuentes de ingreso me llevó a reactivar mi blog y acordarme de que puedo vivir de mi pasión por compartir recursos con otros.

En resumen, estar necesitada de generar pronto una fuente de ingresos, me puso en movimiento, cosa que (conociéndome) no habría sucedido en el caso de tener aquel colchón.

Piensa en tu vida y en todas las veces que te entristeciste o hasta lloraste desconsoladamente ante resultados distintos de los esperados.

Una persona que no te correspondió con su amor, una beca que no obtuviste, un viaje que se canceló, un trabajo para el que no te seleccionaron, una enfermedad que no sanó.

En este mundo post 2020 creo que todos tenemos en mayor o menor medida alguna historia que contar con respecto a planes no realizados.

¿Qué sucedió después?

Cuántos emprendimientos florecieron en personas que estaban cómodas con sus trabajos pero no eran felices.

Cuánta gente ganó calidad de vida cuando se dio cuenta de que no yendo a la oficina podía producir los mismos o más resultados pero comiendo mejor y durmiendo más.

Cuando tienes un problema, puedes hacer foco en todos los inconvenientes que este problema te genera o en las nuevas oportunidades que se abren.

El desapego a los resultados es el camino hacia ver esa oportunidad y encontrar nuevas soluciones.

Tu Mente es Limitada

“Cada oportunidad que se nos presenta en la vida es la semilla de una oportunidad para algún gran beneficio”.

En el año 2000 Candelaria y Herman Zapp emprendieron su viaje desde Argentina en un coche del año 1928. Su destino: Alaska. Su presupuesto: 2000 dólares. Su plazo: 6 meses.

No quiero spoilearte el libro pero un detallito es que a los seis meses no habían llegado a destino (ni estaban cerca) y el dinero ya se les había terminado.

En lugar de entrar en crisis, la pareja buscó formas nuevas de sustentarse. Y ahí comenzó realmente la aventura.

Ahí dejaron de arreglárselas solos para comenzar a pedir ayuda. Ahí conocieron muchísimas personas dispuestas a ayudar. Algunos, se convirtieron en amigos para toda la vida.

Fue entonces, cuando las cosas no salieron como ellos esperaban, que todo salió bien.

Y ¡menos mal que se dieron la oportunidad de no estar apegados al plan original!

Se habrían perdido de tantas cosas, tanto disfrute, y sobre todo, habrían vivido el viaje totalmente estresados en lugar de vivirlo como la experiencia plena que fue para ellos. Tanto, que luego pasaron más de 20 años viajando por todo el mundo.

A lo que voy es que nuestra mente es muy limitada y no puede desear aquello que no conoce.

Es a través de imprevistos o de que todo no marche de acuerdo al plan que conocemos planes b que terminan resultando muchísimo mejores que los planes originales.

“(…) entre el punto A y el punto B hay un número infinito de posibilidades, y si la incertidumbre está presente, podremos cambiar de dirección en cualquier momento si encontramos un ideal superior o algo más emocionante”.

Entonces… ¿ponerse objetivos y planificar es contraproducente? ¡No!

Desear, anhelar algo con todas nuestras fuerzas y ponernos un objetivo para alcanzarlo es lo mejor que podemos hacer para obtener la vida de nuestros sueños. Pero muchas veces lo que anhelas no es lo que realmente va a hacerte feliz.

Lee también: Cómo Lograr la Vida que Sueñas – parte 2 (Mega Guía para Diseñar tu Vida)

O quizás sí, pero tu plan para alcanzarlo no es el que te conducirá a destino.

Por eso, el desapego de los resultados es la clave para dejarnos sorprender por lo inimaginado y obtener eso que tanto deseamos o algo mucho mejor.

Para terminar

Está buenísimo tener metas, pero la clave para obtener aquello que anhelamos es soñar con desapego. Al fin y al cabo, lo que queremos es una vida plena y feliz y fortalecer nuestro interior.

Vivir en el desapego es un ejercicio constante. Es verdad que es difícil de conquistar. A veces podemos irnos al otro extremo: el de no anhelar nada, el de no planificar, el de no ponernos objetivos, total la vida puede darse vuelta.

No, no se trata de eso. Sueña, anhela, ponte un objetivo y haz hasta lo imposible por conseguirlo. Apégate a tu anhelo, pero no a los resultados.

Lee también: El Poder de los Hábitos (Parte 3 de la Mega Guía Para Lograr la Vida Ideal)

Porque la vida está plagada de imponderables, y es tu capacidad de ser flexible, de buscar oportunidades dentro de los problemas, la que te llevará al destino más adecuado.

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